Luis Cancelo: “El 90 por ciento de la población de Tigre no tiene cloacas”

Entrevista de NOVA Luis Cancelo: “El 90 por ciento de la población de Tigre no tiene cloacas” Concejal de Nuevo Tigre, Luis Cancelo. Desde el unibloque Nuevo Tigre, el concejal Luis Cancelo impulsa una multisectorial para abordar las problemáticas de salud, educación, medio ambiente e inseguridad del distrito. Dice que hay un “malhumor creciente” en Tigre, pese a la reciente reelección de Sergio Massa. Es más, asegura que muchos problemas quedan en la región porque los medios están “silenciados” por las pautas publicitarias. Tras definir la incorporación de su espacio al Frente Amplio Progresista (FAP), Cancelo advierte que “el desafío es buscar un camino de unidad en la diversidad que nos permita priorizar una agenda”. Hoy sostiene que “hay cosas que valen más baratas comprarlas en el supermercado de los chinos que en el municipio por miles, y esta preocupación es muy difícil trasladarla al vecino”. En esta entrevista con NOVA, Luis Cancelo analiza las luces y sombras de la gestión de Massa, a quien acusa de contratar a artistas por “el triple de lo que valen en un municipio vecino” y de encabezar la gestión “que menos escuelas construyó en los últimos 25 años”, entre otros puntos. Radiografía del distrito por un concejal cuyos proyectos, dice, “duermen el sueño de los justos” - ¿Cómo está Tigre hoy? - Tigre tiene hoy dos cuestiones: una hacia adentro y otra hacia afuera. Hacia afuera, se está vendiendo el distrito como un producto turístico, lo que ha significado una creciente cantidad de turismo diario y, fundamentalmente, los fines de semana, que es cuando colapsa el transito, con miles y miles de coches que llegan al distrito: La intención de vender la primera sección del Delta como el lugar turístico trae problemas como la preservación, porque hay reclamos muy fuertes. Eso trajo asociado el negocio del mercado inmobiliario, que quiere comprar tierras muy baratas para hacer emprendimientos relacionados a cuestiones turísticas y barrios privados. - ¿Y hacia adentro? - Hacia adentro, es un municipio que tiene asignaturas pendientes. Tenemos la particularidad de ser un distrito en el que conviven claramente la riqueza y la pobreza. A veces, un paredón significa que de un lado esté Nordelta y del otro el barrio Las Tunas, con carencias de agua, cloaca, problemas sanitarios y de comunidades enfermas, que se resolvería con tener agua potable y cloacas. Ese es un tema muy fuerte en Tigre porque, a pesar de lo que se ve de visita, a 10 o a 15 cuadras de la estación todavía hay aguateros como en la época de la colonia. Estamos en una zona donde el agua de la napa es salada, y la red no está extendida. La mitad de la población tiene agua corriente, y el 90 por ciento de la población no tiene cloacas, lo que afecta seriamente a localidades como Las Tunas, Benavides y Don Torcuato, que es la más importante en cantidad de habitantes, que encima convive con el Ceamse Norte III, a diez cuadras, con serios problemas de salud, vinculados al agua y a las cloacas. - ¿Cómo se enfrenta esto? - Creemos que hace falta una presencia más fuerte en el sistema, porque tenemos una particularidad: es el mismo distrito donde vive el gobernador (Daniel SciolI). Vemos que no hay una capacidad de poder lograr una articulación clara entre el sistema municipal de salud y el hospital provincial, que está totalmente colapsado. No llega a 140 camas para 450 mil habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que lo ideal sería una cama cada mil habitantes. La atención primaria que debe resolver el sistema municipal no se hace: necesitamos mayores profesionales, que el vecino se vaya con el medicamento de los centros de salud, y que la atención primaria la resuelva el sistema municipal y que la complejidad vaya al hospital provincial, que es regional, porque recibe gente de los municipios vecinos. Es una situación compleja que requiere una presencia más fuerte del Estado municipal. - ¿Cómo es su mirada, entonces? - Hay cosas que están bien hechas en las áreas de cultura y salud, como la creación de los centros oftalmológico y odontológico, que tienen más que ver con una gestión privada que con una gestión del Estado municipal, pero que no teníamos. Vamos a ver qué pasa con la terminación del hospital que está haciendo la Nación en el distrito, y que tiene que tomar el municipio. Por otro lado, la campaña de compromiso para aguas y cloacas para todo el distrito va al 10 por ciento de lo que había prometido. En Don Torcuato, que tiene 100 mil habitantes, estamos en el segundo mandato, y ya desde la campaña de 2007 se prometieron agua y cloacas para la localidad. Hay algunas cuadras en las que se empezó a laburar con las cloacas. Pero con el agua, nada. Vemos que hay un despilfarro en el presupuesto municipal. - ¿Qué panorama vislumbra? - Este año vamos a tener serios problemas en materia educativa porque, si comparamos con los últimos 25 años, la gestión que menos escuelas ha construido con presupuesto propio es la de Sergio Massa. Veníamos de una lógica de la gestión anterior en a que se hacían cuatro o cinco escuelas con el presupuesto propio todos los años, y desde que asumió Massa, si bien no se notaba tanto la necesidad por cuestiones de matrícula, sí se empezó a notar en los últimos dos años, se agravó este año y se va a poner más compelo el año que viene. En los últimos dos presupuestos, nosotros teníamos comprometidos 51 millones de pesos para hacer 10 escuelas que no se hicieron. No me quiero equivocar, pero esta gestión ha hecho cuatro o cinco escuelas en siete años de gestión. No alcanza con tener una buena estrategia para cambiar los vidrios de las escuelas. Vamos a tener un problema serio. - Usted ha presentado proyectos por la cuestión ambiental. ¿Cómo es la realidad en Tigre? - Es otro problema que vemos con mucha preocupación. Tigre es la cloaca abierta de los 18 municipios que surca el Río Reconquista. Todo lo que va bajando, municipio tras municipio, llega a Tigre, más nuestra propio contaminación, que ha significado que en gran parte de los 220 kilómetros cuadrados que tenemos de isla la gente no pueda consumir el agua porque cada día está más contaminada por la influencia de los ríos Reconquista y Luján. - ¿Hubo reacciones de los sectores locales? - Estamos luchando junto a varias organizaciones ambientales del distrito por la preservación de la primera sección del Delta, donde se quieren hacer un festín, y me refiero a un avance desmedido y alocado que rellena y destruye el Colony Park. Ese es el paradigma de lo que los grupos empresarios o inversores quieren hacer en el distrito. A partir de eso, hemos trabajado con varias organizaciones una propuesta propia que está en el Concejo Deliberante durmiendo el sueño de los justos, a al espera del plan de manejo del municipio, si bien hoy hay una comisión en el Concejo que está empezando a avanzar. Pero cada día que pasa es una retroexcavadora que trabaja, una draga, una cuadrilla que destruyen, porque no hemos podido definir las reglas para que se enmarque todo aquel que quiera vivir o realizar algún tipo de emprendimiento en el Delta. Ellos dicen que esto viene de antes. La realidad es que la gestión tiene siete años, no se pueden echar más las culpas a los demás. - ¿Y cómo impacta en la oposición el hecho de que, más allá de esa realidad, el intendente Massa haya obtenido el 70 por ciento de los votos? - Creo que hay un reconocimiento por parte de la comunidad, y nosotros somos la expresión del otro 30. Hay cosas que han sido importantes, pero en el medio de eso hay mucha desinformación. Si bien es cierto que esta gestión ha venido con toda una política en materia de cultura, y muchas de las cuales compartimos, también es cierto que a nosotros nos gustaría que el vecino sepa lo que cuesta eso. Cuando uno ver que un artista en Tigre cuesta tres veces más que en un municipio vecino, se pregunta qué está pasando. Se nos dice que estamos en contra de la cultura. No es eso. Por ejemplo: en la revisión de cuentas del año pasado, encontramos un presupuesto de 5 millones de pesos, que pasó a 6 y medio, para “Prensa y Propaganda” de la gestión y, particularmente, de la figura del intendente, que tiene más que ver con una campaña para vender su nombre en el marco de la Provincia. La verdad es que, con ese dinero, hoy hubiésemos comprado 100 patrulleros, objetivamente. La inseguridad es una cuestión seria en el municipio, que no trasciende en los medios provinciales y nacionales pero que sí lo están sufriendo en carne propia vastos sectores de nuestra comunidad. Los vecinos de General Pacheco no se bancan más esta situación, pero eso queda en el marco del distrito. - ¿Por qué cree que hay cuestiones que quedan en el marco del distrito? - Eso lo muestra claramente la rendición de cuentas de los aportes que hace a infinidad de medios de prensa el municipio. En principio, creo que está bien que se difundan las actividades que puede llevar adelante el municipio, el tema es que esa difusión está ligada a la figura del intendente. Es campaña, es vender su figura. Cuando uno mira lo que cada medio cobra todos los meses, que es lo que manda el propio Departamento Ejecutivo en las rendiciones de cuentas, uno entiende algunas cuestiones. Si uno ve que algunos medios reciben 30, 40, 50, 60 y 70 mil pesos por mes, traslada esa realidad al distrito, porque allí debieran invertirse los recursos del municipio en materia de prensa, donde hay medios que, por no sintonizar con el municipio, no tienen pauta publicitaria. Y son medios pequeños de gente que nos conocemos de toda la vida: pequeños diarios, periódicos, programas de radio, algunos de ellos muy reconocidos. De acuerdo a lo que digan, es la pauta publicitaria que van a tener. De hecho hay algunos que tienen muy buenas pautas y otros absolutamente nada. Eso también está ligado a poder acercarle al vecino al información, democratizándola. Porque tenemos un Concejo Deliberante que no tiene página propia y termina siendo un apéndice el municipio: figura en la web del municipio, cuando cualquier Concejo Deliberante tiene su propia página y el usuario entra y conoce los proyectos. Después se declama una cuestión participativa y democrática, pero las sesiones ni siquiera se transmiten en directo. - ¿Cómo es la relación entre los bloques? - De acuerdo a lo que decida el socialismo. Tienen mayoría absorta en todas las comisiones, y 20 de los 24 concejales, de manera que sacan y ponen lo que quieren, cuando quieren. En todas las comisiones, el 80 o 90 por ciento de los proyectos que están en espera son míos. En vez de discutir los temas, que eso le da un valor al Concejo Deliberante, los expedientes duermen el sueño de los justos esperando que pase el tiempo parlamentario para que se caigan y yo tenga que volver a presentarlos el año siguiente. En realidad, con la mayoría absoluta que tienen, tendrían que dar el debate. Pero forma parte de la misma lógica de plantear que nadie piensa, ni presenta proyectos, ni cuestiona la figura del intendente. Pero eso empieza a cambiar con el tema de la educación, la cuestión ambiental, la salud y la inseguridad. Empieza a haber un malhumor de la sociedad, que empieza a preguntarse por las cámaras, que son presentadas como un paradigma de la seguridad. Eso es una mentira absoluta. - ¿Por qué? - No quiero decir que no haya que tener cámaras, pero es de una mirada muy estrecha pensar que la seguridad se resuelve con policías y con cámaras en un país, una provincia y un municipio donde tenés una sociedad totalmente fragmentada, en la que pasás de la riqueza a la pobreza a través de una pared. Eso tiene que ver con una estrategia más a largo plazo, con una fuerte inversión en las áreas de salud y acción social, para llenar los polideportivos que tenemos, y no que un chico tenga que mirar cómo se bañan los otros porque no tiene 30 pesos para pagar la enterada. Entonces, el mismo Estado termina siendo el que genera violencia. Pero esto que estamos planteando es más lento, pero la sociedad y el país que se destruyó hace 30 años no lo resolvés de un día para el otro y con más policías, en el marco de un cuestionamiento por parte de los vecinos del funcionamiento de la policía. La gente empieza a percibir que hay sectores de la política, la policía y la Justicia que son parte de un mismo negocio con la delincuencia. Empieza a haber un caldo de preocupación. - ¿En qué instancia está hoy el armado del FAP? - El FAP tiene varios actores con diversas historias. Algunos compartimos nuestro paso por el Frepaso y por el Ari en su momento, y compartimos con sectores de Margarita (Stolbizer) y el Partido Socialista el mismo espacio. Estamos empezando a vincularos en el distrito, buscamos más articulación política donde es muy fuerte la presencia del intendente y la oposición ha quedado muy dispersa. Estamos avanzando en reuniones en la consolidación de una multisectorial junto a organizaciones sociales locales y consensuando estos ejes, que de alguna manera son las demandas de todos estos grupos. Hay dos caminos paralelos: más allá de la política partidaria, vincularos con organizaciones de la sociedad que también están viendo estas problemáticas en el distrito. El desafío es buscar un camino de unidad en la diversidad que nos permita priorizar una agenda. Si eso tiene un correlato electoral, se verá más adelante. Los vecinos empiezan a reclamar en sociedad, y debemos contenerlos.

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