17-12-09 Clarin
Pidió que se tomen "decisiones políticas muy fuertes" para combatir el delito.
Néstor Kirchner hizo ayer algo que nunca hace: habló sobre la inseguridad. Como si no fuera parte esencial del oficialismo, pidió que se tomen "decisiones políticas muy fuertes" para combatirla, en lo que se interpretó como un mensaje crítico hacia la gestión del gobernador bonaerense Daniel Scioli. El ex presidente hizo esas declaraciones en un acto en la localidad de Tigre, que compartió con el propio Scioli y en el que después de varios meses se reencontró con su ex jefe de Gabinete e intendente de ese distrito, Sergio Massa, con el que mantiene una relación tirante. En el encuentro se celebró la implementación en esa localidad del sistema de Asignación Universal por Hijo y también estuvieron el ministro de Economía, Amado Boudou; y el titular de la ANSeS, Diego Bossio.La problemática de la inseguridad se transformó en un problema ineludible para la Quinta de Olivos. Ayer, una vez terminada la cuestión ceremonial y pública del acto tigrense, Kirchner mantuvo una reunión reservada con un grupo de intendentes también presentes en el lugar, en la que escuchó relatos sobre cómo el delito se profundiza y complejiza en sus distritos. Esa charla se realizó en una escenario pacífico: la cancha de golf municipal de Villa Adelina, el sitio donde el ahora diputado había estacionado su helicóptero. Uno de los relatos más crudos que escuchó Kirchner fue el del jefe comunal de San Fernando, Osvaldo Amieiro, quien le contó que en el último tiempo había habido un par de robos en la misma cuadra de su casa. Kirchner admitió en ese diálogo que la inseguridad en Buenos Aires es un problema complejo y enumeró una serie de críticas hacia la policía bonaerense, sobre todo por su actuación en el caso Pomar, contaron fuentes presentes en la reunión. El ex presidente se volvió a ver allí no solo con Massa, sino también con otro intendente a quien su entorno había tratado de "traidor" tras las elecciones legislativas: el de Bahía Blanca, Cristian Breintestein, quien le contó que la inseguridad amenaza a su distrito como a cualquier otro pero que no lo hace en forma. Otros intendentes presentes fueron el de Olavarría, José Eseverri y el de Ituzaingó, Alberto Descalzo. Kirchner estaba acompañado por su inseparable jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga, y por el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.Frente a los periodistas, y tras encabezar el acto con Scioli, Kirchner había dicho que "el trabajo conjunto es fundamental para todas las áreas, pero en el tema inseguridad también", y agregó, en lo que podría ser interpretado como una crítica hacia la policía bonaerense: "Tiene que haber decisiones políticas muy fuertes para que los instrumentos e instituciones que tienen que garantizar la seguridad en Argentina sean absolutamente cristalinos". El discurso central del acto había sido dado por Massa, quien buscó diferenciarse de la Casa Rosada al decir que esperaba que el 2010 "nos encuentre juntos para construir y no para destruir". Kirchner, con quien Massa no se veía hace varios meses, avisó a último momento que iría al encuentro.
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