DECLARACIÓN DE MABY PICÓN DE VIOLA, VIUDA DEL MY. HUMBERTO VIOLA
Y MADRE DE CRISTINITA VIOLA, AMBOS ASESINADOS
POR EL ERP, A 35 AÑOS DE SU CRIMEN
El 1° de diciembre se cumplieron 35 años de los asesinatos de Humberto y Cristinita.
Tengo la absoluta seguridad que aún hoy, todos los argentinos de bien, tienen grabado en su memoria el horroroso atentado ejecutado por integrantes del ejército revolucionario del pueblo, llamados actualmente “jóvenes idealistas”.
Las fotografías y crónicas de los diarios y revistas publicados en aquel 1° de diciembre de 1974 y en días posteriores, son los silenciosos testigos del repudio, reprobación y condena de toda la sociedad argentina a tan incalificable crimen cometido por las hordas terroristas de la guerra revolucionaria. La multitud que me acompañó a mí y al resto de mi familia, en aquel entonces, son la muestra más contundente del sentir de un pueblo que se encontraba oprimido por el terror que esos delincuentes sembraban en las calles, asesinando, sin discriminación alguna, a niños, mujeres, sacerdotes, científicos … civiles de todas las edades y clases sociales. No fueron, únicamente, como pretenden hacer creer, que sólo militares o policías cayeron bajo las bombas y balas del accionar del marxismo.
A partir de allí, cada 1° de diciembre, me acompañaron en la recordación de mis queridos muertos, no sólo los camaradas de armas de Humberto, sino también numerosos amigos y otros que, sin serlo, se solidarizaron y me contuvieron en mi lacerante dolor. El viejo Ejército se hizo presente en cada oportunidad, con capellán militar, guardia de honor, ofrenda y trompeta de silencio.
Así hasta hace algunos años atrás, cuando el gobierno protector de los “jóvenes idealistas”, ordenó a los cobardes integrantes del nuevo ejército a bajar cuadros y humillarse, prohibió a los integrantes de las tres fuerzas armadas – con amenazas de sanciones y arrestos – a vestir uniforme en la concurrencia a los actos, hasta llegar al extremo de impedir – so pena de darles de baja – la asistencia a los mismos.
También en la sociedad se fueron produciendo cambios generacionales. Los jóvenes adultos de hoy, niños apenas, en aquella tenebrosa década del 70, crecieron conociendo, primero, una verdad a medias para, finalmente en los últimos seis o siete años, sufrir de manera compulsiva el cuento de una historia sesgada, distorsionada, perversa sobre la verdad de los acontecimientos y sucesos vividos por el país. Qué decir de aquellos jóvenes que nacieron muchos años después de la época de plomo.
Y también mi país, mi querida Argentina, esta noble nación cuya tierra fue regada con la sangre de tantos inocentes desde el comienzo de su historia … cambió.
Hoy el odio, el rencor, el deseo de venganza, la corrupción, la injusticia, la inseguridad, han dividido a los argentinos. Los ha enfrentado nuevamente. No ya en una guerra revolucionaria con las armas, sino en la peor de las guerras revolucionarias, la que se lleva a cabo desde el poder.
Los que me conocen, saben, ciertamente, de mis sentimientos hacia toda esta situación. Saben de mis profundas convicciones cristianas, por una Argentina en Paz, sin rencores, pero con Justicia para todos.
Estoy convencida de que si cada uno de los argentinos pusiera una mínima parte de voluntad para perdonar, todo sería distinto. Yo ya lo hice. Perdoné a los asesinos de Humberto y Cristinita.
Esta convicción y razones estrictamente personales me llevaron a tomar la decisión de que a partir de este año – y hasta que Argentina no se encuentre pacificada y los argentinos estemos en Paz con Dios y nosotros mismos – no realizaré ningún acto público de homenaje ni recordación a Humberto y Maria Cristina. Lo haré, sí, en la intimidad de mi dolor y mi silencio. Es mi pequeño aporte hacia un país diferente. Un país que comprenda que solo con el perdón y la Paz encontraremos el desarrollo humano y social que hoy carece. Pero que no se entienda que esta decisión significa mi claudicación a la lucha jurídica en la búsqueda de una VERDAD HISTÓRICA, por una MEMORIA COMPLETA y de JUSTICIA PARA TODOS.
Pido a aquellos que siempre me acompañaron con su presencia y también a los que lo hicieron espiritualmente, y que el próximo 1° de diciembre deseen rendir su homenaje, que simplemente tengan presente en sus oraciones a mis dos seres queridos.
A la prensa en general le digo, con todo el respeto que merece, que no otorgaré entrevistas ni diálogos de ningún tipo. Sepan, los medios, disculparme.
Afectuosamente.
María Cristina Picón
CELTYV acompaña a las familias Viola y Picón en su dolor y reafirma su compromiso de trabajar por el reconocimiento de los derechos humanos para las víctimas del terrorismo, su labor de difusión de la verdad histórica y su lucha contra la impunidad de los terroristas.
Asimismo informamos que el próximo martes 1º de diciembre, a las 11 hs. en los Tribunales Federales de Tucumán se celebrará la audiencia oral donde los abogados de la Familia Viola expondrán los argumentos que pretenden obtener la nulidad de la sentencia del Juez Bejas, donde se le impedía a la familia la apertura de la investigación judicial que declararía al crimen como de lesa humanidad. Se invita a concurrir a todos aquellos que quieran expresar su apoyo a la Familia Viola.
¡CELTYV por y para las Víctimas!
http://www.victimasdeargentina.org/
Tengo la absoluta seguridad que aún hoy, todos los argentinos de bien, tienen grabado en su memoria el horroroso atentado ejecutado por integrantes del ejército revolucionario del pueblo, llamados actualmente “jóvenes idealistas”.
Las fotografías y crónicas de los diarios y revistas publicados en aquel 1° de diciembre de 1974 y en días posteriores, son los silenciosos testigos del repudio, reprobación y condena de toda la sociedad argentina a tan incalificable crimen cometido por las hordas terroristas de la guerra revolucionaria. La multitud que me acompañó a mí y al resto de mi familia, en aquel entonces, son la muestra más contundente del sentir de un pueblo que se encontraba oprimido por el terror que esos delincuentes sembraban en las calles, asesinando, sin discriminación alguna, a niños, mujeres, sacerdotes, científicos … civiles de todas las edades y clases sociales. No fueron, únicamente, como pretenden hacer creer, que sólo militares o policías cayeron bajo las bombas y balas del accionar del marxismo.
A partir de allí, cada 1° de diciembre, me acompañaron en la recordación de mis queridos muertos, no sólo los camaradas de armas de Humberto, sino también numerosos amigos y otros que, sin serlo, se solidarizaron y me contuvieron en mi lacerante dolor. El viejo Ejército se hizo presente en cada oportunidad, con capellán militar, guardia de honor, ofrenda y trompeta de silencio.
Así hasta hace algunos años atrás, cuando el gobierno protector de los “jóvenes idealistas”, ordenó a los cobardes integrantes del nuevo ejército a bajar cuadros y humillarse, prohibió a los integrantes de las tres fuerzas armadas – con amenazas de sanciones y arrestos – a vestir uniforme en la concurrencia a los actos, hasta llegar al extremo de impedir – so pena de darles de baja – la asistencia a los mismos.
También en la sociedad se fueron produciendo cambios generacionales. Los jóvenes adultos de hoy, niños apenas, en aquella tenebrosa década del 70, crecieron conociendo, primero, una verdad a medias para, finalmente en los últimos seis o siete años, sufrir de manera compulsiva el cuento de una historia sesgada, distorsionada, perversa sobre la verdad de los acontecimientos y sucesos vividos por el país. Qué decir de aquellos jóvenes que nacieron muchos años después de la época de plomo.
Y también mi país, mi querida Argentina, esta noble nación cuya tierra fue regada con la sangre de tantos inocentes desde el comienzo de su historia … cambió.
Hoy el odio, el rencor, el deseo de venganza, la corrupción, la injusticia, la inseguridad, han dividido a los argentinos. Los ha enfrentado nuevamente. No ya en una guerra revolucionaria con las armas, sino en la peor de las guerras revolucionarias, la que se lleva a cabo desde el poder.
Los que me conocen, saben, ciertamente, de mis sentimientos hacia toda esta situación. Saben de mis profundas convicciones cristianas, por una Argentina en Paz, sin rencores, pero con Justicia para todos.
Estoy convencida de que si cada uno de los argentinos pusiera una mínima parte de voluntad para perdonar, todo sería distinto. Yo ya lo hice. Perdoné a los asesinos de Humberto y Cristinita.
Esta convicción y razones estrictamente personales me llevaron a tomar la decisión de que a partir de este año – y hasta que Argentina no se encuentre pacificada y los argentinos estemos en Paz con Dios y nosotros mismos – no realizaré ningún acto público de homenaje ni recordación a Humberto y Maria Cristina. Lo haré, sí, en la intimidad de mi dolor y mi silencio. Es mi pequeño aporte hacia un país diferente. Un país que comprenda que solo con el perdón y la Paz encontraremos el desarrollo humano y social que hoy carece. Pero que no se entienda que esta decisión significa mi claudicación a la lucha jurídica en la búsqueda de una VERDAD HISTÓRICA, por una MEMORIA COMPLETA y de JUSTICIA PARA TODOS.
Pido a aquellos que siempre me acompañaron con su presencia y también a los que lo hicieron espiritualmente, y que el próximo 1° de diciembre deseen rendir su homenaje, que simplemente tengan presente en sus oraciones a mis dos seres queridos.
A la prensa en general le digo, con todo el respeto que merece, que no otorgaré entrevistas ni diálogos de ningún tipo. Sepan, los medios, disculparme.
Afectuosamente.
María Cristina Picón
CELTYV acompaña a las familias Viola y Picón en su dolor y reafirma su compromiso de trabajar por el reconocimiento de los derechos humanos para las víctimas del terrorismo, su labor de difusión de la verdad histórica y su lucha contra la impunidad de los terroristas.
Asimismo informamos que el próximo martes 1º de diciembre, a las 11 hs. en los Tribunales Federales de Tucumán se celebrará la audiencia oral donde los abogados de la Familia Viola expondrán los argumentos que pretenden obtener la nulidad de la sentencia del Juez Bejas, donde se le impedía a la familia la apertura de la investigación judicial que declararía al crimen como de lesa humanidad. Se invita a concurrir a todos aquellos que quieran expresar su apoyo a la Familia Viola.
¡CELTYV por y para las Víctimas!
http://www.victimasdeargentina.org/
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