Clarin 13-12-09
Por: Antonio Rossi
A diferencia de los anteriores inicios de años donde casi no hubo sorpresas, esta vez el arranque de 2010 se perfila muy movido por el lado de las tarifas de los servicios públicos.Cercado por las crecientes dificultades fiscales y los reclamos de las privatizadas que no pueden afrontar sus deudas restructuradas y los aumentos salariales que se vienen, el Gobierno va camino a aflojar parcialmente el cepo tarifario que afecta a las empresas de servicios públicos.El cambio de rumbo en materia tarifaria comenzó a percibirse en las últimas tres semanas. Casi en silencio y sin levantar la perdiz, la administración kirchnerista ya autorizó en forma expresa tres aumentos y no puso objeciones para otros dos ajustes de servicios. En el primer caso, se encuentran las subas para los pasajes aéreos (20%), los ómnibus de larga distancia (15%) y los peajes de los accesos (del 24% al 56%). En el segundo lote aparecen los incrementos que no fueron vetados para los celulares (20%) y la medicina prepaga (15%).Para los primeros días de enero, se aguarda que el Gobierno avance con las definiciones en dos servicios clave: energía eléctrica y gas.En la lista de espera también se encuentran los boletos de los colectivos, subtes y trenes y los peajes de las rutas nacionales. En ambos casos, las resoluciones para retocar las tarifas recién podrían aflorar en febrero o marzo.Con los ajustes en danza, el Ministerio de Planificación busca poner un freno al desembolso de los polémicos subsidios tarifarios que no han parado de crecer desde el inicio de la gestión kirchnerista.Según los datos relevados por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), los subsidios destinados al sector energético ascenderán en 2009 a $ 21.427 millones. En tanto, los giros previstos para las empresas de transporte llegarán a $ 15.002 millones.De esta manera, el gasto total en subsidios energéticos y al transporte alcanzará este año el récord de $ 36.430 millones. Para el próximo año, si se cumplen las pautas del Presupuesto, los subsidios a todas las empresas públicas y privadas no deberían superar los $ 35.000 millones.En el caso del servicio eléctrico, lo que está en juego son los aumentos de las "revisiones tarifarias integrales" (RTI) de Edenor, Edesur y Edelap.Las tres distribuidoras eléctricas ya elevaron sus propuestas quinquenales de inversiones y tarifas y ahora esperan que el ENRE apruebe los ajustes para 2010. La mejora en los ingresos de las empresas rondaría el 30%, con lo cual el impacto en las tarifas finales sería entre el 10 y 12%.Por el lado del gas, lo que está en las gateras es un ajuste del 10% promedio en las facturas de los medianos y altos consumos hogareños, comercios e industrias. Este aumento -que había sido aprobado en octubre de 2008- lo empezarían a cobrar todas las distribuidoras menos Gas Natural BAN, que ya lo viene aplicando.Pero más allá de lo decida el Gobierno, no habría que descartar otra "novedad" tarifaria provenientes del Congreso. A partir de marzo, la oposición prevé ir a la carga contra el polémico cargo tarifario creado por el decreto 2067/2008 que derivó en aumentos de hasta el 400% en el servicio de gas. Además de estar en la mira de los legisladores, el cargo adicional también está jaqueado por una veintena de fallos judiciales que limitan e impiden su facturación en varias ciudades y provincias.
A diferencia de los anteriores inicios de años donde casi no hubo sorpresas, esta vez el arranque de 2010 se perfila muy movido por el lado de las tarifas de los servicios públicos.Cercado por las crecientes dificultades fiscales y los reclamos de las privatizadas que no pueden afrontar sus deudas restructuradas y los aumentos salariales que se vienen, el Gobierno va camino a aflojar parcialmente el cepo tarifario que afecta a las empresas de servicios públicos.El cambio de rumbo en materia tarifaria comenzó a percibirse en las últimas tres semanas. Casi en silencio y sin levantar la perdiz, la administración kirchnerista ya autorizó en forma expresa tres aumentos y no puso objeciones para otros dos ajustes de servicios. En el primer caso, se encuentran las subas para los pasajes aéreos (20%), los ómnibus de larga distancia (15%) y los peajes de los accesos (del 24% al 56%). En el segundo lote aparecen los incrementos que no fueron vetados para los celulares (20%) y la medicina prepaga (15%).Para los primeros días de enero, se aguarda que el Gobierno avance con las definiciones en dos servicios clave: energía eléctrica y gas.En la lista de espera también se encuentran los boletos de los colectivos, subtes y trenes y los peajes de las rutas nacionales. En ambos casos, las resoluciones para retocar las tarifas recién podrían aflorar en febrero o marzo.Con los ajustes en danza, el Ministerio de Planificación busca poner un freno al desembolso de los polémicos subsidios tarifarios que no han parado de crecer desde el inicio de la gestión kirchnerista.Según los datos relevados por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), los subsidios destinados al sector energético ascenderán en 2009 a $ 21.427 millones. En tanto, los giros previstos para las empresas de transporte llegarán a $ 15.002 millones.De esta manera, el gasto total en subsidios energéticos y al transporte alcanzará este año el récord de $ 36.430 millones. Para el próximo año, si se cumplen las pautas del Presupuesto, los subsidios a todas las empresas públicas y privadas no deberían superar los $ 35.000 millones.En el caso del servicio eléctrico, lo que está en juego son los aumentos de las "revisiones tarifarias integrales" (RTI) de Edenor, Edesur y Edelap.Las tres distribuidoras eléctricas ya elevaron sus propuestas quinquenales de inversiones y tarifas y ahora esperan que el ENRE apruebe los ajustes para 2010. La mejora en los ingresos de las empresas rondaría el 30%, con lo cual el impacto en las tarifas finales sería entre el 10 y 12%.Por el lado del gas, lo que está en las gateras es un ajuste del 10% promedio en las facturas de los medianos y altos consumos hogareños, comercios e industrias. Este aumento -que había sido aprobado en octubre de 2008- lo empezarían a cobrar todas las distribuidoras menos Gas Natural BAN, que ya lo viene aplicando.Pero más allá de lo decida el Gobierno, no habría que descartar otra "novedad" tarifaria provenientes del Congreso. A partir de marzo, la oposición prevé ir a la carga contra el polémico cargo tarifario creado por el decreto 2067/2008 que derivó en aumentos de hasta el 400% en el servicio de gas. Además de estar en la mira de los legisladores, el cargo adicional también está jaqueado por una veintena de fallos judiciales que limitan e impiden su facturación en varias ciudades y provincias.
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