Fue por una orden de la Justicia. Se lo había apropiado un supuesto testaferro de Ishii.
Por: Julio Rodríguez
Unas 70 personas, entre funcionarios judiciales, de Fiscalía de Estado, Dirección de Bosques y policías, llevaron adelante un megaoperativo en el que desalojaron el campo fiscal de más de 9.300 hectáreas, que había sido ocupado y desmontado ilegalmente, aparentemente por Walter Abella, un presunto testaferro de Mario Ishii y además, socio de su hijo Fabio Adrián.El megaoperativo se llevó adelante en la siesta del viernes, en el paraje Fisco Grande, departamento Alberdi, a 290 km al norte de Santiago y, debido a la intensa lluvia caída en la zona, debieron entrar en camionetas 4x4 y helicópteros, con el apoyo de la policía, el Grupo Especial de Rescate y Comando Radioeléctrico.La orden la dio el juez que entiende en la causa, Miguel Moreno, a cargo del Juzgado del Crimen de Segunda Nominación de Santiago. Del campo secuestraron maquinarias, elementos de labranza y se procedió a desalojar a los empleados que estaban efectuando diversas tareas. "Sospechamos que trasladaron varios miles de cabezas de ganado a otro campo", dijo una fuente policial. Allí sólo había 84 animales.No hubo resistencia de parte del personal, con lo cual se pudo medir las hectáreas desmontadas (serían cerca de 4.000) y revisar los linderos. Era tan avanzado el grado de desmonte y la explotación agropecuaria que se constató que se habían realizado 10 perforaciones para la extracción de agua, que iba a ser utilizada para consumo de los animales y para riego.Abella es un tucumano que hasta hace 5 años vendía celulares y ahora se proclama millonario y hombre del ultrakirchnerista Mario Ishii en Santiago. Es socio de Fabio Ishii, hijo de Mario, en ConyAgro SRL, la sociedad que aparentemente explotaba el campo.El caso saltó a la luz por una investigación de Clarín que daba cuenta de la presunta apropiación ilegal y desmonte, hecho que fue denunciado por la justicia.El campo quedó en custodia y ahora la justicia seguirá la pista de un abogado, dos escribanos y dos empresarios, que habrían intervenido en la venta de los lotes.Abella, el presunto testaferro, también está denunciado por el intento de apropiación de otras 39.500 hectáreas y por desmontes ilegales en un campo ubicado a la vera de la ruta 132, en el departamento Jiménez, del que sería titular y de donde se secuestraron dos topadoras con las que se había desmontado gran parte del inmueble.
Unas 70 personas, entre funcionarios judiciales, de Fiscalía de Estado, Dirección de Bosques y policías, llevaron adelante un megaoperativo en el que desalojaron el campo fiscal de más de 9.300 hectáreas, que había sido ocupado y desmontado ilegalmente, aparentemente por Walter Abella, un presunto testaferro de Mario Ishii y además, socio de su hijo Fabio Adrián.El megaoperativo se llevó adelante en la siesta del viernes, en el paraje Fisco Grande, departamento Alberdi, a 290 km al norte de Santiago y, debido a la intensa lluvia caída en la zona, debieron entrar en camionetas 4x4 y helicópteros, con el apoyo de la policía, el Grupo Especial de Rescate y Comando Radioeléctrico.La orden la dio el juez que entiende en la causa, Miguel Moreno, a cargo del Juzgado del Crimen de Segunda Nominación de Santiago. Del campo secuestraron maquinarias, elementos de labranza y se procedió a desalojar a los empleados que estaban efectuando diversas tareas. "Sospechamos que trasladaron varios miles de cabezas de ganado a otro campo", dijo una fuente policial. Allí sólo había 84 animales.No hubo resistencia de parte del personal, con lo cual se pudo medir las hectáreas desmontadas (serían cerca de 4.000) y revisar los linderos. Era tan avanzado el grado de desmonte y la explotación agropecuaria que se constató que se habían realizado 10 perforaciones para la extracción de agua, que iba a ser utilizada para consumo de los animales y para riego.Abella es un tucumano que hasta hace 5 años vendía celulares y ahora se proclama millonario y hombre del ultrakirchnerista Mario Ishii en Santiago. Es socio de Fabio Ishii, hijo de Mario, en ConyAgro SRL, la sociedad que aparentemente explotaba el campo.El caso saltó a la luz por una investigación de Clarín que daba cuenta de la presunta apropiación ilegal y desmonte, hecho que fue denunciado por la justicia.El campo quedó en custodia y ahora la justicia seguirá la pista de un abogado, dos escribanos y dos empresarios, que habrían intervenido en la venta de los lotes.Abella, el presunto testaferro, también está denunciado por el intento de apropiación de otras 39.500 hectáreas y por desmontes ilegales en un campo ubicado a la vera de la ruta 132, en el departamento Jiménez, del que sería titular y de donde se secuestraron dos topadoras con las que se había desmontado gran parte del inmueble.
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