jueves, 6 de mayo de 2010

Hicieron 16 secuestros virtuales desde sus celdas


Los acusados son dos presos condenados por casos de robo y homicidio. Lograron llegar a ellos tras una investigación que comenzó hace dos años y en la que se cruzaron miles de llamadas telefónicas.
Clarin 06-05-10 Por: Virginia Messi
En apenas 15 días, dos presos -compañeros de celda en la cárcel de Devoto- concretaron al menos 16 secuestros virtuales. Lo hicieron usando cuatro teléfonos celulares que nunca tendrían que haber estado en su poder, aprovechándose no sólo del pánico de sus víctimas sino también de los agujeros negros del negocio de la telefonía móvil: en determinados formatos, ésta permite comercializar miles de chips sin un registro fidedigno acerca de quién los tiene en su poder.José Daniel Olivera (29) -condenado a 9 años de prisión por robo agravado- y Daniel Concha Fernández (25) -condenado a 16 años por homicidio y robo- fueron descubiertos luego de que la titular de la Fiscalía N° 43 de Capital, Felisa Krasucky, le pidiera ayuda a la Unidad Fiscal Antisecuestros (UFASE).Como consecuencia de la investigación de la UFASE, ambos están sospechados por casos radicados en la Fiscalías 43, 7 y 39, y en la Fiscalía distrital de Saavedra. "Vaya a saber cuántos hechos más se les imputa una vez que se haga el cotejo con los casos que fueron archivados como NN en la Dirección General de Investigaciones de Autores Desconocidos de la Procuración", advirtió Marcelo Colombo, titular de la UFASE. Durante su turno de la primera quincena de marzo de 2008, Krasucky había recibido 31 denuncias de secuestros virtuales y el rastreo de las líneas telefónicas usadas para contactarse con las víctimas la había llevado una y otra vez hacia la nada."En total nos pasaron siete líneas de celulares, pero sólo cuatro eran analizables. Lo primero que hicimos fue pedir los registros de los titulares de esas cuatro pero, como suele ocurrir con los chips prepagos, estaban a nombre de cualquiera. Ni coincidían los nombres con el número de DNI", explicó Colombo, según el cual actualmente hay decenas de chips a nombre de personas que no tienen idea de que figuran como titulares de las líneas.Durante meses, la unidad fiscal fue haciendo un trabajo de descarte básandose en 100 interlocutores frecuentes: líneas con las que los cuatro celulares sospechosos se comunicaban. Para empezar, se determinó que, pese a que las líneas compartían contactos, no había comunicaciones entre ellas. Esto llevó a la conclusión de que los cuatro teléfonos estaban juntos, en el mismo lugar."De los 100 se llegó a una lista de 49 y una nueva depuración nos llevó a tomar 15 declaraciones testimoniales a personas que se habían comunicado con los números desde los que se habían concretado los secuestros virtuales", completó Colombo. Entre amigos y parientes se obtuvieron los nombres de Olivera y Concha Fernández. Y resultó (paso posterior de chequeo con el Servicio Penitenciario Federal) que los dos compartían celda en el celular cuarto del módulo V de la Unidad de Devoto. Hoy ambos se encuentran en el penal de Rawson.Mientras investigaban, los fiscales de la UFASE se toparon con otro dato de importancia: parte de los secuestros virtuales los habían concretado con la ayuda de la novia de Olivera (Daniela López) quien había caído detenida el 10 de marzo de 2008 mientras intentaba cobrar un rescate. La mujer estuvo arrestada unos días y actualmente se encuentra "rebelde" porque no se presentó ante el Tribunal Oral N° 12, que lleva su caso. El dato le sirvió a la UFASE para llegar hasta la Fiscalía de Saavedra que había instruído la causa y que tenía seis expedientes iguales, con las mismas líneas telefónicas involucradas, pero no habían podido identificar a los "secuestradores"."Debería insistirse en la aplicación estricta de la ley de telecomunicaciones que prohíbe que se vendan líneas telefónicas como si fueran cigarrillos", dijo a Clarín José María Campagnoli, titular de la Fiscalía de Saavedra, donde se registra un promedio de cuatro secuestros virtuales por semana.Para nada menor es la cantidad de celulares que parecen circular en las cárceles, siendo que está totalmente prohibido. En agosto de 2008, la jueza federal María Romilda Servini de Cubria allanó Devoto y secuestró 28, entre celulares y handys. También investigaba el uso de estas líneas para secuestros virtuales.

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