15/02/11 - 13:57
Dos ladrones armados lo interceptaron en Haedo. Se bajó de su auto, le dio “un manotazo” a uno y corrió. Le robaron dinero, una notebook y el reloj.
El estilista Fabio Cuggini fue asaltado por ladrones armados que lo amenazaron y pretendieron robarle el auto, pero se defendió y logró escapar corriendo. “Tiré un manotazo y salí corriendo. Una locura”, reconoció.
Anoche, alrededor de las 22.30, cuando el peluquero transitaba en su BMW por Rivadavia y Alcorta, en la localidad bonaerense de Haedo, fue interceptado por dos asaltantes que se le cruzaron en el camino a bordo de un Volkswagen Bora.
Cuando le bloquearon el paso, Cuggini (44) se bajó de su auto y enfrentó a los ladrones armados. "En ese momento querían que me suba, si no me mataban", recordó el estilista que le decían los delincuentes. "Lo que quería era que no me lleven", señaló el peluquero para explicar porqué decidió resistirse a volver al coche.
Cuggini les entregó el dinero que llevaba encima, se sacó el reloj y lo arrojó adentro del auto cuando, en medio de la insistencia de los ladrones para que volviera a subirse al coche, escuchó un ruido que identificó como el de un arma.
"No sé si fue que gatilló, sentí un ruido y reaccioné de una manera que todavía hoy me siento muy mal conmigo mismo: tiré un manotazo, se ve que le pegué justo, lo que me dio la posibilidad de correr y salí corriendo, una locura", recordó esta mañana. "Fue un segundo donde se te bloquea todo", y que no lo hizo "ni de valiente ni de nada. Defendí mi vida, soy un ser humano".
El peluquero corrió una cuadra, dejó pasar unos minutos, y regresó al lugar del robo. Allí estaba su auto, que los ladrones no había podido robar porque él se había llevado la llave.
Al revisarlo, comprobó que los ladrones habían escapado con su reloj y una notebook, además de llevarse los 2.000 pesos que él les había entregado.
"Me dio la sensación de que no eran expertos, no actuaron con un operativo, creo que se deben haber asustado de la reacción mía", indicó Cuggini, quien cree que se trató de un robo al voleo.
martes, 15 de febrero de 2011
Protesta y reclamo de mayor seguridad por un asesinato
15/02/11 Maxi tenia 25 años y lo mataron de tres balazos cuando iba a entregar un pedido.
PorVerónica Toller
Gualeguaychu. Especial
Unos 400 vecinos de los barrios porteños de Vélez Sarsfield y Monte Castro cortaron ayer la calle Alvarez Jonte en reclamo de mayor seguridad y de Justicia por el crimen de un joven repartidor de helados que fue asesinado el viernes pasado a la medianoche cuando iba a entregar un pedido.
De la protesta también participaron familiares del chico asesinado. La madre de la victima recurrió además a los medios para pedirle a los vecinos de la cuadra donde ocurrió el homicidio que se acerquen a la Justicia y den su testimonio si vieron algo. Como todo ocurrió sobre la medianoche, la Policía no cuenta con muchos testigos de lo ocurrido, ya que la mayoría de la gente estaba dentro de su casa.
Al grito de “justicia, justicia” y haciendo palmas, los manifestantes se reunieron a partir de las seis de la tarde de ayer en la esquina de Jonte y Benito Juárez. Allí está ubicada la heladería para la que trabajaba “Maxi”, el joven asesinado.
El comercio estuvo cerrado por duelo durante todo el fin de semana, y ayer en su cortina metálica la gente colocó flores y carteles hechos a mano reclamando una pronta resolución para el caso y refuerzos policiales en la zona.
“No puede ser que tengamos miedo, que siempre tengamos miedo a todo, a abrir la puerta, a cualquier cosa”, clamo un hombre ante las cámaras de TN , en sintonía con las decenas de personas que lo rodeaban.
Los barrios de Monte Castro (donde queda la heladería en la que trabajaba la víctima) y Vélez Sarsfield (donde ocurrió el crimen) son linderos y están ubicados en la zona oeste de la Capital Federal, no muy lejos de la General Paz. Esta zona, que limita con Ciudadela y Caseros, del lado de la provincia, está considerada como un “corredor caliente” en cuanto a robos se refiere. Las bandas cruzan jurisdicciones como una manera de dificultarle el trabajo a la Policía.
Para los vecinos que ayer protestaban en Jonte y Lope de Vega, el crimen de Maxi fue un claro caso de inseguridad. Sin embargo, durante el fin de semana la hipótesis policial que trascendió apuntaba mas a un crimen pasional que a un robo que terminó en tragedia.
El homicidio ocurrió apenas unos minutos después de la medianoche del viernes pasado sobre la calle San Blas al 4600. Vecinos, con los que habló Clarín el domingo escucharon los disparos pero no llegaron a ver lo que ocurrió en la calle.
Por lo que los investigadores pudieron reconstruir, Maxi llegó en su ciclomotor a entregar un pedido y cuando se bajó fue interceptado por un hombre que lo baleó y escapó.
De acuerdo a la versión policial al chico no le robaron nada. Ni la moto, ni el celular ni la riñonera en la que llevaba el dinero de pedidos anteriores. Por eso los investigadores de la comisaría 43° no creen que se haya tratado de un “homicidio en ocasión de robo”.
Un testimonio que trascendió el domingo –publicado en la edición de ayer de Clarin – sostiene que Maxi fue abordado por un hombre que primero le habló y luego le disparó. Enseguida subió a un auto que lo esperaba y escapó a toda velocidad.
Los datos de este auto ya estarían en poder de la Policía, incluído su número de patente.
PorVerónica Toller
Gualeguaychu. Especial
Unos 400 vecinos de los barrios porteños de Vélez Sarsfield y Monte Castro cortaron ayer la calle Alvarez Jonte en reclamo de mayor seguridad y de Justicia por el crimen de un joven repartidor de helados que fue asesinado el viernes pasado a la medianoche cuando iba a entregar un pedido.
De la protesta también participaron familiares del chico asesinado. La madre de la victima recurrió además a los medios para pedirle a los vecinos de la cuadra donde ocurrió el homicidio que se acerquen a la Justicia y den su testimonio si vieron algo. Como todo ocurrió sobre la medianoche, la Policía no cuenta con muchos testigos de lo ocurrido, ya que la mayoría de la gente estaba dentro de su casa.
Al grito de “justicia, justicia” y haciendo palmas, los manifestantes se reunieron a partir de las seis de la tarde de ayer en la esquina de Jonte y Benito Juárez. Allí está ubicada la heladería para la que trabajaba “Maxi”, el joven asesinado.
El comercio estuvo cerrado por duelo durante todo el fin de semana, y ayer en su cortina metálica la gente colocó flores y carteles hechos a mano reclamando una pronta resolución para el caso y refuerzos policiales en la zona.
“No puede ser que tengamos miedo, que siempre tengamos miedo a todo, a abrir la puerta, a cualquier cosa”, clamo un hombre ante las cámaras de TN , en sintonía con las decenas de personas que lo rodeaban.
Los barrios de Monte Castro (donde queda la heladería en la que trabajaba la víctima) y Vélez Sarsfield (donde ocurrió el crimen) son linderos y están ubicados en la zona oeste de la Capital Federal, no muy lejos de la General Paz. Esta zona, que limita con Ciudadela y Caseros, del lado de la provincia, está considerada como un “corredor caliente” en cuanto a robos se refiere. Las bandas cruzan jurisdicciones como una manera de dificultarle el trabajo a la Policía.
Para los vecinos que ayer protestaban en Jonte y Lope de Vega, el crimen de Maxi fue un claro caso de inseguridad. Sin embargo, durante el fin de semana la hipótesis policial que trascendió apuntaba mas a un crimen pasional que a un robo que terminó en tragedia.
El homicidio ocurrió apenas unos minutos después de la medianoche del viernes pasado sobre la calle San Blas al 4600. Vecinos, con los que habló Clarín el domingo escucharon los disparos pero no llegaron a ver lo que ocurrió en la calle.
Por lo que los investigadores pudieron reconstruir, Maxi llegó en su ciclomotor a entregar un pedido y cuando se bajó fue interceptado por un hombre que lo baleó y escapó.
De acuerdo a la versión policial al chico no le robaron nada. Ni la moto, ni el celular ni la riñonera en la que llevaba el dinero de pedidos anteriores. Por eso los investigadores de la comisaría 43° no creen que se haya tratado de un “homicidio en ocasión de robo”.
Un testimonio que trascendió el domingo –publicado en la edición de ayer de Clarin – sostiene que Maxi fue abordado por un hombre que primero le habló y luego le disparó. Enseguida subió a un auto que lo esperaba y escapó a toda velocidad.
Los datos de este auto ya estarían en poder de la Policía, incluído su número de patente.
El patrimonio de Jaime creció 24 veces mientras fue funcionario
15/02/11 - 03:09
Pasó de $ 271.000 a $ 6,6 millones. Tiene 18 autos, 8 casas un hotel y un barco.
PorLuciana Geuna - Lucio Fernández Moores
Después de procesar y analizar toda la prueba recolectada en más de un año de investigación, el fiscal Carlos Rívolo le pidió ayer al juez Norberto Oyarbide que convoque al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, para que justifique sus bienes en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito. La medida surge de un requerimiento firmado ayer por el fiscal donde hay pruebas suficientes para sostener que el ex funcionario llegó al Gobierno de Néstor Kirchner con un patrimonio de 271 mil pesos y se fue del poder con bienes -a nombre de familiares directos y sociedades sospechadas- por un monto de $6.608.642,76. Sin embargo, al dejar su cargo, el ex funcionario declaró apenas 82 mil pesos.
En este requerimiento de justificación de bienes, al que accedió Clarín, Rívolo exige que Jaime presente dentro de los próximos 15 días una “detallada justificación del incremento apreciable de su patrimonio”. Es que los resultados de la investigación son escandalosos: mientras que Jaime declaraba que se empobrecía en la función pública, la justicia encontró que su familia se enriqueció enormemente sin que ninguno de sus miembros tuviera ingresos que justificaran el aumento de su riqueza.
Según el detalle patrimonial que expone el fiscal, el ex funcionario y su entorno acumularon tres motos, dieciocho autos, ocho casas, tres lotes, un hotel y acciones y plazos fijos. La mujer de Jaime, Silvia Reyss y una de sus hijas, Agostina Jayo, son las principales beneficiarias del crecimiento patrimonial. Entre 2003 y 2009, la primera compra cuatro inmuebles -uno en Brasil-, seña otro y adquiere cuatro autos y un yate que costó 180 mil pesos.
El fiscal tuvo en cuenta “bienes que no han sido declarados” por Jaime “pero que, como se ha comprobado, eran utilizados, mantenidos y utilizados” por el ex funcionario y sobre los cuales él tenía “dominio” y “poder de decisión”.
Para esconder las compras de bienes, se montó una red de sociedades sospechadas que Rívolo consigna en su requerimiento. Se trata de Clamaran, Confear, Delome y House Corp Consulting. Dos de estas firmas están vinculadas a su hermano, Daniel Jaime y las otras a su asesor, Manuel Vázquez, un hombre que funcionó como mano derecha del ex funcionario en sus negocios públicos y privados. Vázquez es el hombre que escribió y recibió los más de 20 mil correos electrónicos incautados por la Justicia que son una prueba importante en este expediente.
En el requerimiento se aclara que existen sospechas de que Jaime es el propietario de una aeronave Learjet 31A, serie 215, matrícula N786YA -valuada en cuatro millones de dólares- que usaba como si fuera propio, y del yate motor Altamar 64 de alta gama, cotizado en un millón. Sin embargo, no los incluyó entre las imputaciones. Estos dos bienes fueron adquiridos a través de una compleja trama de sociedades argentinas y extranjeras que aparecen vinculadas al asesor de Jaime, Manuel Vázquez y el fiscal considera que todavía es necesario profundizar los elementos de prueba para pedirle explicaciones a Jaime sobre este punto.
Jaime fue un funcionario fundamental en la gestión de los Kirchner. Llegó desde Córdoba en 2003 para asumir en la secretaría de Transporte, un área muy sensible por la millonaria distribución de subsidios que tiene a su cargo, y se fue en julio de 2009 luego de que su crecimiento patrimonial se volviera ostentoso e inocultable. Los más de veinte mil mails de su principal asesor, Manuel Vázquez, revelaron detalles del costoso nivel de vida que estaba llevando adelante su familia. Esos correos mostraron también como el ex funcionario beneficiaba sus negocios privados a través de los contratos públicos. Ahora le tocará explicar cómo llegó a acumular una fortuna de 6,6 millones de pesos con un sueldo que apenas superaba los diez mil pesos mensuales.
15/02/11 - 03:09
Pasó de $ 271.000 a $ 6,6 millones. Tiene 18 autos, 8 casas un hotel y un barco.
PorLuciana Geuna - Lucio Fernández Moores
Después de procesar y analizar toda la prueba recolectada en más de un año de investigación, el fiscal Carlos Rívolo le pidió ayer al juez Norberto Oyarbide que convoque al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, para que justifique sus bienes en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito. La medida surge de un requerimiento firmado ayer por el fiscal donde hay pruebas suficientes para sostener que el ex funcionario llegó al Gobierno de Néstor Kirchner con un patrimonio de 271 mil pesos y se fue del poder con bienes -a nombre de familiares directos y sociedades sospechadas- por un monto de $6.608.642,76. Sin embargo, al dejar su cargo, el ex funcionario declaró apenas 82 mil pesos.
En este requerimiento de justificación de bienes, al que accedió Clarín, Rívolo exige que Jaime presente dentro de los próximos 15 días una “detallada justificación del incremento apreciable de su patrimonio”. Es que los resultados de la investigación son escandalosos: mientras que Jaime declaraba que se empobrecía en la función pública, la justicia encontró que su familia se enriqueció enormemente sin que ninguno de sus miembros tuviera ingresos que justificaran el aumento de su riqueza.
Según el detalle patrimonial que expone el fiscal, el ex funcionario y su entorno acumularon tres motos, dieciocho autos, ocho casas, tres lotes, un hotel y acciones y plazos fijos. La mujer de Jaime, Silvia Reyss y una de sus hijas, Agostina Jayo, son las principales beneficiarias del crecimiento patrimonial. Entre 2003 y 2009, la primera compra cuatro inmuebles -uno en Brasil-, seña otro y adquiere cuatro autos y un yate que costó 180 mil pesos.
El fiscal tuvo en cuenta “bienes que no han sido declarados” por Jaime “pero que, como se ha comprobado, eran utilizados, mantenidos y utilizados” por el ex funcionario y sobre los cuales él tenía “dominio” y “poder de decisión”.
Para esconder las compras de bienes, se montó una red de sociedades sospechadas que Rívolo consigna en su requerimiento. Se trata de Clamaran, Confear, Delome y House Corp Consulting. Dos de estas firmas están vinculadas a su hermano, Daniel Jaime y las otras a su asesor, Manuel Vázquez, un hombre que funcionó como mano derecha del ex funcionario en sus negocios públicos y privados. Vázquez es el hombre que escribió y recibió los más de 20 mil correos electrónicos incautados por la Justicia que son una prueba importante en este expediente.
En el requerimiento se aclara que existen sospechas de que Jaime es el propietario de una aeronave Learjet 31A, serie 215, matrícula N786YA -valuada en cuatro millones de dólares- que usaba como si fuera propio, y del yate motor Altamar 64 de alta gama, cotizado en un millón. Sin embargo, no los incluyó entre las imputaciones. Estos dos bienes fueron adquiridos a través de una compleja trama de sociedades argentinas y extranjeras que aparecen vinculadas al asesor de Jaime, Manuel Vázquez y el fiscal considera que todavía es necesario profundizar los elementos de prueba para pedirle explicaciones a Jaime sobre este punto.
Jaime fue un funcionario fundamental en la gestión de los Kirchner. Llegó desde Córdoba en 2003 para asumir en la secretaría de Transporte, un área muy sensible por la millonaria distribución de subsidios que tiene a su cargo, y se fue en julio de 2009 luego de que su crecimiento patrimonial se volviera ostentoso e inocultable. Los más de veinte mil mails de su principal asesor, Manuel Vázquez, revelaron detalles del costoso nivel de vida que estaba llevando adelante su familia. Esos correos mostraron también como el ex funcionario beneficiaba sus negocios privados a través de los contratos públicos. Ahora le tocará explicar cómo llegó a acumular una fortuna de 6,6 millones de pesos con un sueldo que apenas superaba los diez mil pesos mensuales.
Misiones: mató a su ex pareja porque se negaba a reanudar la relación
15/02/11 - 13:14
La joven tenía 25 años y cinco hijos. Regresó a su casa para buscar sus pertenencias y su ex marido la mató. Tras el crimen, se entregó a la Policía.
PorMISIONES. CORRESPONSALIA.
Posadas.- Una mujer de 25 años, madre de cinco hijos, fue asesinada a golpes y puñaladas por su ex pareja cuando volvió a la casa para retirar la ropa de los chicos, algunos colchones y una cocina. El ataque se produjo anoche luego que Claudia Noemí Chamorro se negara a retomar la convivencia. La joven madre había denunciado pocas horas antes que su ex concubino, Julio César Dávalos, la había amenazado de muerte.
Hace tres semanas, Chamorro se fue de la vivienda familiar con sus cinco hijos debido a los golpes y maltratos que sufría por parte de su pareja, un hombre extremadamente celoso y violento.
Tras cometer el homicidio, el hombre fue hasta el estudio de un abogado, con quien luego se presentó ante la Policía y quedó detenido.
La joven tenía 25 años y cinco hijos. Regresó a su casa para buscar sus pertenencias y su ex marido la mató. Tras el crimen, se entregó a la Policía.
PorMISIONES. CORRESPONSALIA.
Posadas.- Una mujer de 25 años, madre de cinco hijos, fue asesinada a golpes y puñaladas por su ex pareja cuando volvió a la casa para retirar la ropa de los chicos, algunos colchones y una cocina. El ataque se produjo anoche luego que Claudia Noemí Chamorro se negara a retomar la convivencia. La joven madre había denunciado pocas horas antes que su ex concubino, Julio César Dávalos, la había amenazado de muerte.
Hace tres semanas, Chamorro se fue de la vivienda familiar con sus cinco hijos debido a los golpes y maltratos que sufría por parte de su pareja, un hombre extremadamente celoso y violento.
Tras cometer el homicidio, el hombre fue hasta el estudio de un abogado, con quien luego se presentó ante la Policía y quedó detenido.
Matan al dueño de una empresa de transporte durante un robo en Villa Soldati
15/02/11 - 18:36
Cuatro ladrones entraron al local. El hombre, de 56 años, se tiroteó con los asaltantes. Y murió en el lugar tras recibir un disparo en el abdomen.
Tiroteo Un nuevo episodio de inseguridad en Buenos Aires se produjo esta tarde en Villa Soldati, cuando el dueño de una empresa de transportes fue asesinado tras resistirse a un robo.
El hombre, identificado como Jorge Favre (56), murió esta tarde tras tirotearse con cuatro hombres que entraron armados al local de la calle O'Gorman 3597.
Aparentemente, el dueño de la empresa “Acer cargas” sacó un arma que tenía en su oficina y se trenzó en disparos con los asaltantes. De acuerdo a los vecinos y trabajadores del lugar, el empresario había llegado esta mañana desde la ciudad entrerriana de Concepción el Uruguay, donde reside junto a su familia.
Según indicaron a la agencia de noticias DyN fuentes policiales, el dueño del comercio se habría intentado resistir, pero lo cierto es que recibió un balazo en el abdomen y murió en acto. Los investigadores sospechan que pudo haber alcanzado a herir a uno de ladrones, aún prófugos.
Yamila, una testigo del hecho y empleada de la empresa, contó al canal de noticias TN que a ella le “apuntaron en la cabeza”. “Aquí transportamos mercaderías varias, desde una caja de azufre hasta computadoras, por decirte algo. Robaron todas las mercaderías del transporte”, contó.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Policía Federal, Patricia Werner, aseguró que los hombres “llegaron en una camioneta Ford F-100” y confirmó que los cuatro delincuentes “entraron armados” y que el dueño “respondió a los disparos”.
Además, explicó que normalmente en la empresa “no se manejaba dinero” ya que utilizaban mucho el cheque para las transacciones diarias. Por este motivo, la principal pista apunta a un robo “al voleo”.
Personal de la comisaría 36 y los peritos de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía Federal realizaba pericias en el lugar.
Cuatro ladrones entraron al local. El hombre, de 56 años, se tiroteó con los asaltantes. Y murió en el lugar tras recibir un disparo en el abdomen.
Tiroteo Un nuevo episodio de inseguridad en Buenos Aires se produjo esta tarde en Villa Soldati, cuando el dueño de una empresa de transportes fue asesinado tras resistirse a un robo.
El hombre, identificado como Jorge Favre (56), murió esta tarde tras tirotearse con cuatro hombres que entraron armados al local de la calle O'Gorman 3597.
Aparentemente, el dueño de la empresa “Acer cargas” sacó un arma que tenía en su oficina y se trenzó en disparos con los asaltantes. De acuerdo a los vecinos y trabajadores del lugar, el empresario había llegado esta mañana desde la ciudad entrerriana de Concepción el Uruguay, donde reside junto a su familia.
Según indicaron a la agencia de noticias DyN fuentes policiales, el dueño del comercio se habría intentado resistir, pero lo cierto es que recibió un balazo en el abdomen y murió en acto. Los investigadores sospechan que pudo haber alcanzado a herir a uno de ladrones, aún prófugos.
Yamila, una testigo del hecho y empleada de la empresa, contó al canal de noticias TN que a ella le “apuntaron en la cabeza”. “Aquí transportamos mercaderías varias, desde una caja de azufre hasta computadoras, por decirte algo. Robaron todas las mercaderías del transporte”, contó.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Policía Federal, Patricia Werner, aseguró que los hombres “llegaron en una camioneta Ford F-100” y confirmó que los cuatro delincuentes “entraron armados” y que el dueño “respondió a los disparos”.
Además, explicó que normalmente en la empresa “no se manejaba dinero” ya que utilizaban mucho el cheque para las transacciones diarias. Por este motivo, la principal pista apunta a un robo “al voleo”.
Personal de la comisaría 36 y los peritos de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía Federal realizaba pericias en el lugar.
domingo, 13 de febrero de 2011
Donde los desechos de comida son sinónimo de supervivencia
12/02/11
En la planta procesadora de desperdicios del Ceamse, en San Martín, cientos de jóvenes cirujean a diario durante una hora escarbando los desechos industriales de fábricas de lácteos, frigoríficos y supermercados. Muchos de ellos proceden de la villa “La Cárcova”, de José León Suárez, donde dos menores murieron baleados tras el descarrilamiento de un tren.
CENTENARES DE JÓVENES Y MENORES DE SAN MARTÍN AGUARDAN, A LAS 17.30, QUE SE ABRAN LAS REJAS AL CAMINO
José León Suárez es el parquetemático de la miseria, sostiene Lalo. “Vivimos sobre rellenos de desechos, tenemos la gran quema y hasta trenes descarrilados. Solo falta clavar el cartel en la autopista, Bienvenidos a Quemaikén ”.
Lo que se cuenta aquí es apenas una visita al cirujeo que ocupa a miles de vecinos de San Martín cinco días a la semana, en la planta procesadora del Ceamse. Es el paso por una escena postapocalíptica, en tiempos industriales y en una de las llanuras más ricas del mundo.
Ernesto De la Cárcova, el artista que pintó Sin pan y sin trabajo , uno de los cuadros emblemáticos del museo argentino, da nombre a esta villa, cuyos habitantes llaman Carcova, sin tilde y con acento grave. Es una villa como cualquier otra, ni más grande ni más violenta, estable en población, donde se concentra en pocas manzanas la desintegración de una comunidad . Dos menores -Gabriel Ramos y Franco Almirón- fueron asesinados por la Policía bonaerense la semana pasada tras el supuesto descarrilamiento y saqueo de un carguero, en lo que parece un episodio de “gatillo fácil”. Las pericias de la Gendarmería no han sido concluyentes sobre el incidente del tren. Aunque el grueso de su población, de origen argentino, vive del cirujeo, la mayoría no sube a los pocos camiones que salen a media tarde hacia el microcentro sino que cartonea en el Ceamse, a pocos kilómetros . A las 16.30, decenas de jóvenes preparan sus bicicletas y carros para atravesar la villa. Deben cruzar las vías y enfilar para la autopista del Buen Ayre, hasta la curva que se adentra en el campo hacia la montaña de basura descargada por los camiones todo el día.
En rigor, la planta del Ceamse dejó de ser una quema hace décadas, pero todos la siguen llamando así. Técnicamente, el Relleno Norte II concentra el 86 por ciento de la disposición final de los desperdicios de la Capital, el conurbano y el primer cinturón, en total, 34 municipios. A priori, el cirujeo en este inmenso basural suena al último escalón del trabajo humano , y lo más fácil es convertir a sus peones en una jauría ante la carroña, ellos también posthumanos. Sin embargo, mirado en frío -respirando por la boca-, no hay pozo más suculento ni que ofrezca lo que en rigor es la totalidad completa de los bienes de consumo, rotos, podridos, degradados pero desplegados en toda su diversidad, en lotes ofrecidos a una grotesca cosecha. Ni hay una fuente de negocios tan cercana en el municipio de San Martín.
Ofrece la cornucopia del capitalismo en clave de esperpento .
El paisaje es degradante y a la vez, barroco. Su orografía es multicolor, trepa por bultos de todas las materias y hasta tiene un río, el Reconquista, con su propia fauna de ranas que, por los vertidos, nadie se atrevería a comer . Se supone que el fuerte de la villa Carcova es el reciclaje del nylon , el polímero PET. Los envases plásticos se recogen, se venden a los acopiadores y se compactan en grandes cubos que se exportan a China y Brasil, donde se reprocesan en lana polar. Además del Ceamse, existen en este mismo partido quemas clandestinas de PET a un costo muy inferior. En su reciente libro ¿Quién mató a Diego Duarte?, en el que se indaga en la muerte de un joven cartonero bajo un alud de basura en marzo de 2004 y cuyo cuerpo nunca apareció (la escena recuerda el final trágico de Gomorra , la película basada en el libro de Roberto Saviano sobre la mafia de la basura), Alicia Dujovne Ortiz pinta esas otras quemas a cielo abierto. Además del nylon , muchos cartonean papel.
Sin embargo, lo que horripila y al fin hace repensar las propias coordenadas de vida -el perdedero sin fondo de los recursos, el dispendio como la verdadera obscenidad- es el cirujeo de desechos alimentarios, que han salido del sistema comercial por la mañana para reingresar en otro circuito paralelo esa misma tarde . No siempre se trata de alimentos vencidos sino desechados por razones industriales, la más común, por haberse roto la cadena de frío. Ambrosio Nougués, consejero de la Fundación Banco de Alimentos, observa que nuestro vencimiento alude a otras “propiedades organolépticas”, como su punto óptimo de aroma y color, lo que no quiere decir que no sean comestible. En muchos países, como los EEUU., la leyenda señala su fecha de consumo preferible. En la práctica, esto pondría en circulación y volvería aptas para donaciones masivas altísimas cantidades de alimentos que hoy se descartan con demasiada facilidad. Existe un proyecto, la ley Donal, guardado desde hace meses, que procura reglamentar esta clase de donaciones directas a entidades humanitarias. En la práctica, toda la población que cirujea en el Ceamse desde los años 80, pero con un gran estallido desde la crisis de 2001, se ha alimentado de lo que sus padres rescataban aquí.
Lalo Paret, tercera generación de cirujas, referente de la fundación internacional La Base y un activista en favor del reciclado, cuenta que se alimentó de desperdicios desde los siete años. “Me acuerdo que una temporada viví dos meses enteros a base de mondongo”, cuenta. “Aquí las vecinas saben que si levantan pollos de la quema, deben dejarlos hervir dos horas.
Decía mi abuelo que el fuego mata todo .” En la esquina de la Carcova donde paran los amigos de los menores muertos, cerca de las casillas donde todavía impera el duelo de los familiares, ninguno nos querrá acompañar; ni locos se aventuran con toda la zona bajo la mirada de la Gendarmería . Una joven bella y muy “cuadro” despotrica contra la prensa corporativa y es un eco del movimiento globalifóbico de los años 90, atravesado por los debates de la ley de Medios. Es necesario caminar hasta el final de la avenida Central de la villa y emprender una marcha de 40 minutos, hasta el atajo donde el Ceamse abre un camino campestre hacia el botín, a la extensión donde gotea cada día el maná envenenado de todos los supermercados, fábricas de lácteos, refinerías y frigoríficos . Y lo que se viene es la barata última, el despliegue de estos otros commodities que, rancios y vencidos, mal empaquetados o impresentables, las plantas y góndolas regurgitan en este barranco, tan lejos de los niños famélicos de Salta. La quema del Ceamse es el confín de todos los productos que nos acompañan a diario, allí donde lo ordenado por la industria se confunde en un yacimiento de materia sin etiquetar y todo se superpone -y esa es parte del escándalo y el chiquero-: el picadillo de tabaco con los bidoncitos de yogur, la carne picada y los pollos junto al balanceado de nuestros voraces golden retrievers, mientras el brazo ciego va tanteando, por si acaso los dedos tocan un DVD .
Primero hay que llegar hasta el retén policial del Ceamse y la gran reja, al otro lado de un puente donde las autoridades esperan la hora indicada. La inmensa mayoría de cartoneros son menores de 25 años, muchos de ellos niños con hermanos mayores y cantidad de jovencitas. Pocos adultos soportan el esfuerzo atlético de llegar primero a la montaña. Walter, un señor adulto, dice que ha visto a muchos quebrarse, porque a más juventud, mayor es la presión de la largada . Hacia las 17.30 abren la reja -suena la campana de Pavlov; “comida, mi plato favorito”, decía Groucho Marx- y se larga la carrera. Habrá unas quinientas bicicletas y carros hoy pero en meses como diciembre puede llegar a triplicarse. Es un embudo rodante por ocho cuadras y el clima es de competencia por acceder a los mejores lotes. Aunque es festivo sin alegría, porque todos saben en carne propia que hacer esto es una condena y anticipan en la piel cómo saldrán de ahí, hay una euforia por resolver, cruzada de chanzas y sociabilidad y bravuconadas hormonales. Al rato de andar con ellos, lo que a mis ojos es basura repugnante cambiará de signo: se convertirá, como dicen, en “mercadería”.
Al llegar a la podredumbre, empieza la pugna. La gente se conoce, unos son amigos y otros se odian. Reina el apuro por hacer rendir la única hora que el banquete será ofrecido, por pescar en la misma mierda cien kilos de salchicha, tres plasmas rotos de los que quizá salga uno sano, yogures, la caja de cosméticos Avon . Para todo ello es preciso hundirse en el piso viscoso y meter los brazos; los guantes no resultan para los alimentos. La escena actualiza aquel cuadro donde las negras revuelven vísceras en El Matadero, de Esteban Echeverría, pero en conjunto tiende más al futuro que al pasado. De algún modo, las tensiones por los alimentos en todo el planeta se juegan también acá.
Claro que donde hay dinero, hay método y un sistema comercial. Que existe una mafia de la basura en el Ceamse parece ya fuera de duda . Rige un turno anterior de cartoneros privilegiados -llamados veedores -, que entra pocas horas antes para marcar su botín. A estos bagayos con destinatario se los llama “tendidos”; por la tarde ya están cubiertos con plásticos. A los bandazos sobre una sola bicicleta, tres estibadores sacan 300 kilos de carne picada ; a la salida la cargan en uno de esos Valiant que solo conservan la primera marcha. Los venderán a pocas cuadras, a 5 pesos el kilo. Esa tarde hubo grandes descargas de salchichas, en bolsas de cien kilos, y de alimento canino: el kilo de balanceado se revende a 2 pesos. Quienes recogieron salchichas negaron que las vendieran, p ero más tarde algunas casillas de Carcova abrirán sus ventanas y revenderán panchos y yogures . Es imposible determinar a qué marcas pertenece cada lote de desechos, pero es evidente que proceden de molinos y frigoríficos; todo llega en bolsas sin inscripciones. Los cartoneros aseguran que levantan alimentos de todas las primeras marcas. También vimos gigantescos paquetes de pan rallado donde más tarde pescaron patitas de pollo procesado. Si las empresas pagan al Ceamse la terminación de sus desechos, cuatro horas después de que sean arrojados ya reingresaron en otro nivel más abajo. Fuera de la quema, esa carne no se distingue en nada de las hamburguesas “caseras” de cualquier carnicería de barrio. Alguno nos confía que en los casos de la salchicha y el jamón, la puzza se enmascara con un paso por lavandina. Otros aseguran que las compran granjas de porcinos.
De vuelta por el camino, los pibes parecen más viejos. Van embadurnados de la cabeza a los pies: grasa, reguero de lácteos y el barro orgánico en que chapotearon durante una hora. Cada uno vuelve con lo suyo, más encallecido y hosco que a la ida . Las pibas van en grupo, casi todas ellas con alguna mujer mayor. Tienen una reciedumbre de heroínas para pelear a la par y es posible imaginarlas bailando “Bombón asesino”, una vez que hayan conseguido lavarse con el escuálido chorrito de agua no potable que llega a Carcova en unas mangueras de PVC. Se les oye alguna amenaza (“Si me dice algo, la muelo a palo en seco”, querrán decir “antes de saludarla”). Pero ellas son, de hecho, las más frontales, las más politizadas y las que mejor se expresan. Hasta se les intuye una fuerte identificación con la presidenta Cristina Kirchner, allí donde los muchachos se concentran mayormente en la demolición o la colección de quejas. Y todo el tiempo se oye un léxico nuevo, que hace rato se despidió de la escuela y se aleja de la lengua común.
Está hecho de onomatopeyas, “conchaetumadres” y otras contracciones : ese magma violento de palabras obliga a pensar otra vez de cero. Oigo un insulto loco, programado a la perfección con una pedrada a otro que lleva su carro adelante: “¡Chancho puto lambeverga!” Unos jóvenes me gritan, “Doña, ¡acá nada de firmar !” Les digo que pierdan cuidado. El fotógrafo quedó muy atrás, impedido por los policías que nunca supimos si querían cuidarlo de la lluvia de piedras. No es solo que los avergüencen las cámaras y el festín amarillo. ¡Lo que ellos no quieren por nada del mundo es que se corte el suministro! Acá todavía se oyen lamentos por la suspensión del Tren Blanco, que unía José León Suarez y Retiro. En la práctica, aseguran, eso solo sirvió para hacer menos visibles a los cirujas: significó la privatización del acceso a la Capital y reconcentró la mafia del cartoneo . A corto plazo, quizá ellos tengan razón y el banquete deba seguir, porque en verdad lo que da náusea es el hambre en la factoría de soja. Pero en el mediano término, el cirujeo en el Quemaikén es aberrante, es la ironía que hace saltar la línea completa . Al salir de la quema, volvimos a estar cerca de la pampa húmeda.
En la planta procesadora de desperdicios del Ceamse, en San Martín, cientos de jóvenes cirujean a diario durante una hora escarbando los desechos industriales de fábricas de lácteos, frigoríficos y supermercados. Muchos de ellos proceden de la villa “La Cárcova”, de José León Suárez, donde dos menores murieron baleados tras el descarrilamiento de un tren.
CENTENARES DE JÓVENES Y MENORES DE SAN MARTÍN AGUARDAN, A LAS 17.30, QUE SE ABRAN LAS REJAS AL CAMINO
José León Suárez es el parquetemático de la miseria, sostiene Lalo. “Vivimos sobre rellenos de desechos, tenemos la gran quema y hasta trenes descarrilados. Solo falta clavar el cartel en la autopista, Bienvenidos a Quemaikén ”.
Lo que se cuenta aquí es apenas una visita al cirujeo que ocupa a miles de vecinos de San Martín cinco días a la semana, en la planta procesadora del Ceamse. Es el paso por una escena postapocalíptica, en tiempos industriales y en una de las llanuras más ricas del mundo.
Ernesto De la Cárcova, el artista que pintó Sin pan y sin trabajo , uno de los cuadros emblemáticos del museo argentino, da nombre a esta villa, cuyos habitantes llaman Carcova, sin tilde y con acento grave. Es una villa como cualquier otra, ni más grande ni más violenta, estable en población, donde se concentra en pocas manzanas la desintegración de una comunidad . Dos menores -Gabriel Ramos y Franco Almirón- fueron asesinados por la Policía bonaerense la semana pasada tras el supuesto descarrilamiento y saqueo de un carguero, en lo que parece un episodio de “gatillo fácil”. Las pericias de la Gendarmería no han sido concluyentes sobre el incidente del tren. Aunque el grueso de su población, de origen argentino, vive del cirujeo, la mayoría no sube a los pocos camiones que salen a media tarde hacia el microcentro sino que cartonea en el Ceamse, a pocos kilómetros . A las 16.30, decenas de jóvenes preparan sus bicicletas y carros para atravesar la villa. Deben cruzar las vías y enfilar para la autopista del Buen Ayre, hasta la curva que se adentra en el campo hacia la montaña de basura descargada por los camiones todo el día.
En rigor, la planta del Ceamse dejó de ser una quema hace décadas, pero todos la siguen llamando así. Técnicamente, el Relleno Norte II concentra el 86 por ciento de la disposición final de los desperdicios de la Capital, el conurbano y el primer cinturón, en total, 34 municipios. A priori, el cirujeo en este inmenso basural suena al último escalón del trabajo humano , y lo más fácil es convertir a sus peones en una jauría ante la carroña, ellos también posthumanos. Sin embargo, mirado en frío -respirando por la boca-, no hay pozo más suculento ni que ofrezca lo que en rigor es la totalidad completa de los bienes de consumo, rotos, podridos, degradados pero desplegados en toda su diversidad, en lotes ofrecidos a una grotesca cosecha. Ni hay una fuente de negocios tan cercana en el municipio de San Martín.
Ofrece la cornucopia del capitalismo en clave de esperpento .
El paisaje es degradante y a la vez, barroco. Su orografía es multicolor, trepa por bultos de todas las materias y hasta tiene un río, el Reconquista, con su propia fauna de ranas que, por los vertidos, nadie se atrevería a comer . Se supone que el fuerte de la villa Carcova es el reciclaje del nylon , el polímero PET. Los envases plásticos se recogen, se venden a los acopiadores y se compactan en grandes cubos que se exportan a China y Brasil, donde se reprocesan en lana polar. Además del Ceamse, existen en este mismo partido quemas clandestinas de PET a un costo muy inferior. En su reciente libro ¿Quién mató a Diego Duarte?, en el que se indaga en la muerte de un joven cartonero bajo un alud de basura en marzo de 2004 y cuyo cuerpo nunca apareció (la escena recuerda el final trágico de Gomorra , la película basada en el libro de Roberto Saviano sobre la mafia de la basura), Alicia Dujovne Ortiz pinta esas otras quemas a cielo abierto. Además del nylon , muchos cartonean papel.
Sin embargo, lo que horripila y al fin hace repensar las propias coordenadas de vida -el perdedero sin fondo de los recursos, el dispendio como la verdadera obscenidad- es el cirujeo de desechos alimentarios, que han salido del sistema comercial por la mañana para reingresar en otro circuito paralelo esa misma tarde . No siempre se trata de alimentos vencidos sino desechados por razones industriales, la más común, por haberse roto la cadena de frío. Ambrosio Nougués, consejero de la Fundación Banco de Alimentos, observa que nuestro vencimiento alude a otras “propiedades organolépticas”, como su punto óptimo de aroma y color, lo que no quiere decir que no sean comestible. En muchos países, como los EEUU., la leyenda señala su fecha de consumo preferible. En la práctica, esto pondría en circulación y volvería aptas para donaciones masivas altísimas cantidades de alimentos que hoy se descartan con demasiada facilidad. Existe un proyecto, la ley Donal, guardado desde hace meses, que procura reglamentar esta clase de donaciones directas a entidades humanitarias. En la práctica, toda la población que cirujea en el Ceamse desde los años 80, pero con un gran estallido desde la crisis de 2001, se ha alimentado de lo que sus padres rescataban aquí.
Lalo Paret, tercera generación de cirujas, referente de la fundación internacional La Base y un activista en favor del reciclado, cuenta que se alimentó de desperdicios desde los siete años. “Me acuerdo que una temporada viví dos meses enteros a base de mondongo”, cuenta. “Aquí las vecinas saben que si levantan pollos de la quema, deben dejarlos hervir dos horas.
Decía mi abuelo que el fuego mata todo .” En la esquina de la Carcova donde paran los amigos de los menores muertos, cerca de las casillas donde todavía impera el duelo de los familiares, ninguno nos querrá acompañar; ni locos se aventuran con toda la zona bajo la mirada de la Gendarmería . Una joven bella y muy “cuadro” despotrica contra la prensa corporativa y es un eco del movimiento globalifóbico de los años 90, atravesado por los debates de la ley de Medios. Es necesario caminar hasta el final de la avenida Central de la villa y emprender una marcha de 40 minutos, hasta el atajo donde el Ceamse abre un camino campestre hacia el botín, a la extensión donde gotea cada día el maná envenenado de todos los supermercados, fábricas de lácteos, refinerías y frigoríficos . Y lo que se viene es la barata última, el despliegue de estos otros commodities que, rancios y vencidos, mal empaquetados o impresentables, las plantas y góndolas regurgitan en este barranco, tan lejos de los niños famélicos de Salta. La quema del Ceamse es el confín de todos los productos que nos acompañan a diario, allí donde lo ordenado por la industria se confunde en un yacimiento de materia sin etiquetar y todo se superpone -y esa es parte del escándalo y el chiquero-: el picadillo de tabaco con los bidoncitos de yogur, la carne picada y los pollos junto al balanceado de nuestros voraces golden retrievers, mientras el brazo ciego va tanteando, por si acaso los dedos tocan un DVD .
Primero hay que llegar hasta el retén policial del Ceamse y la gran reja, al otro lado de un puente donde las autoridades esperan la hora indicada. La inmensa mayoría de cartoneros son menores de 25 años, muchos de ellos niños con hermanos mayores y cantidad de jovencitas. Pocos adultos soportan el esfuerzo atlético de llegar primero a la montaña. Walter, un señor adulto, dice que ha visto a muchos quebrarse, porque a más juventud, mayor es la presión de la largada . Hacia las 17.30 abren la reja -suena la campana de Pavlov; “comida, mi plato favorito”, decía Groucho Marx- y se larga la carrera. Habrá unas quinientas bicicletas y carros hoy pero en meses como diciembre puede llegar a triplicarse. Es un embudo rodante por ocho cuadras y el clima es de competencia por acceder a los mejores lotes. Aunque es festivo sin alegría, porque todos saben en carne propia que hacer esto es una condena y anticipan en la piel cómo saldrán de ahí, hay una euforia por resolver, cruzada de chanzas y sociabilidad y bravuconadas hormonales. Al rato de andar con ellos, lo que a mis ojos es basura repugnante cambiará de signo: se convertirá, como dicen, en “mercadería”.
Al llegar a la podredumbre, empieza la pugna. La gente se conoce, unos son amigos y otros se odian. Reina el apuro por hacer rendir la única hora que el banquete será ofrecido, por pescar en la misma mierda cien kilos de salchicha, tres plasmas rotos de los que quizá salga uno sano, yogures, la caja de cosméticos Avon . Para todo ello es preciso hundirse en el piso viscoso y meter los brazos; los guantes no resultan para los alimentos. La escena actualiza aquel cuadro donde las negras revuelven vísceras en El Matadero, de Esteban Echeverría, pero en conjunto tiende más al futuro que al pasado. De algún modo, las tensiones por los alimentos en todo el planeta se juegan también acá.
Claro que donde hay dinero, hay método y un sistema comercial. Que existe una mafia de la basura en el Ceamse parece ya fuera de duda . Rige un turno anterior de cartoneros privilegiados -llamados veedores -, que entra pocas horas antes para marcar su botín. A estos bagayos con destinatario se los llama “tendidos”; por la tarde ya están cubiertos con plásticos. A los bandazos sobre una sola bicicleta, tres estibadores sacan 300 kilos de carne picada ; a la salida la cargan en uno de esos Valiant que solo conservan la primera marcha. Los venderán a pocas cuadras, a 5 pesos el kilo. Esa tarde hubo grandes descargas de salchichas, en bolsas de cien kilos, y de alimento canino: el kilo de balanceado se revende a 2 pesos. Quienes recogieron salchichas negaron que las vendieran, p ero más tarde algunas casillas de Carcova abrirán sus ventanas y revenderán panchos y yogures . Es imposible determinar a qué marcas pertenece cada lote de desechos, pero es evidente que proceden de molinos y frigoríficos; todo llega en bolsas sin inscripciones. Los cartoneros aseguran que levantan alimentos de todas las primeras marcas. También vimos gigantescos paquetes de pan rallado donde más tarde pescaron patitas de pollo procesado. Si las empresas pagan al Ceamse la terminación de sus desechos, cuatro horas después de que sean arrojados ya reingresaron en otro nivel más abajo. Fuera de la quema, esa carne no se distingue en nada de las hamburguesas “caseras” de cualquier carnicería de barrio. Alguno nos confía que en los casos de la salchicha y el jamón, la puzza se enmascara con un paso por lavandina. Otros aseguran que las compran granjas de porcinos.
De vuelta por el camino, los pibes parecen más viejos. Van embadurnados de la cabeza a los pies: grasa, reguero de lácteos y el barro orgánico en que chapotearon durante una hora. Cada uno vuelve con lo suyo, más encallecido y hosco que a la ida . Las pibas van en grupo, casi todas ellas con alguna mujer mayor. Tienen una reciedumbre de heroínas para pelear a la par y es posible imaginarlas bailando “Bombón asesino”, una vez que hayan conseguido lavarse con el escuálido chorrito de agua no potable que llega a Carcova en unas mangueras de PVC. Se les oye alguna amenaza (“Si me dice algo, la muelo a palo en seco”, querrán decir “antes de saludarla”). Pero ellas son, de hecho, las más frontales, las más politizadas y las que mejor se expresan. Hasta se les intuye una fuerte identificación con la presidenta Cristina Kirchner, allí donde los muchachos se concentran mayormente en la demolición o la colección de quejas. Y todo el tiempo se oye un léxico nuevo, que hace rato se despidió de la escuela y se aleja de la lengua común.
Está hecho de onomatopeyas, “conchaetumadres” y otras contracciones : ese magma violento de palabras obliga a pensar otra vez de cero. Oigo un insulto loco, programado a la perfección con una pedrada a otro que lleva su carro adelante: “¡Chancho puto lambeverga!” Unos jóvenes me gritan, “Doña, ¡acá nada de firmar !” Les digo que pierdan cuidado. El fotógrafo quedó muy atrás, impedido por los policías que nunca supimos si querían cuidarlo de la lluvia de piedras. No es solo que los avergüencen las cámaras y el festín amarillo. ¡Lo que ellos no quieren por nada del mundo es que se corte el suministro! Acá todavía se oyen lamentos por la suspensión del Tren Blanco, que unía José León Suarez y Retiro. En la práctica, aseguran, eso solo sirvió para hacer menos visibles a los cirujas: significó la privatización del acceso a la Capital y reconcentró la mafia del cartoneo . A corto plazo, quizá ellos tengan razón y el banquete deba seguir, porque en verdad lo que da náusea es el hambre en la factoría de soja. Pero en el mediano término, el cirujeo en el Quemaikén es aberrante, es la ironía que hace saltar la línea completa . Al salir de la quema, volvimos a estar cerca de la pampa húmeda.
Dolor en la despedida del joven asesinado por un policía en Baradero
13/02/11 - 13:08
Familiares y amigos inhumaron sus restos en el cementerio municipal. El gobierno bonaerense analiza el caso. Lucas Rotella (19), corrió al ver un patrullero y el efectivo, que está detenido, le disparó por la espalda.
Mientras familiares y amigos de Lucas Rotella despedían sus restos en el cementerio de Baradero, el gobierno bonaerense analizaba el caso en el que un policía está detenido acusado de haber asesinado ayer por la espalda al joven de 19 años luego de que éste corriera al ver un patrullero.
Decenas de jóvenes y adolescentes siguieron en motocicletas y sin llevar cascos al coche fúnebre que trasladó desde una casa velatoria los restos de la víctima.
Miguel Rotella, padre del joven, reclamó hoy a los políticos que dejen de buscar votos cuando se acercan las elecciones y eduquen a la sociedad "empezando por arriba" y advirtió sobre la falta de controles "psicofísicos" a policías como el que mató a su hijo.
Rotella también se mostró profundamente conmovido por la reacción de los hijos del policía detenido, Gonzalo Capp, al señalar que fueron a su casa y le "pidieron perdón en nombre de su padre".
"No le pueden tirar con balas de plomo, esa persona estaba sumariada por amenazar a otros chicos", remarcó y admitió que en esa ciudad, donde años atrás un agente de tránsito atropelló con su camioneta a otros dos adolescentes por no respetar las normas de tránsito, "el 99 por ciento de los chicos andan sin casco".
De ese modo, Rotella cuestionó el argumento del policía, quien se defendió diciendo que el joven intentó escapar cuando iban a llamarle la atención por no llevar casco. El padre remarcó que, herido de gravedad, su hijo alcanzó a decirle "la policía me tiró".
En tanto, el intendente Aldo Carossi advirtió hoy que "no hay motivo posible para justificar" la muerte del joven asesinado. "Fue un homicidio aberrante, evitable. Es un hecho en el que nadie puede establecer cuáles son las razones que llevaron al policía a terminar con la vida de este chico", dijo en diálogo con radio Mitre. También dijo que en su ciudad persiste la problemática del uso de casco. “Nadie lo usa, incluso los chicos", remarcó.
El caso era analizado este mediodía por el gobierno bonaerense en La Plata. Recién llegado al país, el gobernador Daniel Scioli le pidió un informe pormenorizado al ministro de Seguridad, Ricardo Casal.
En principio, el jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi, ordenó ayer separar de la Policía y poner a disposición de la justicia al oficial Gonzalo Capp, acusado por el crimen.
El agente, que lleva cuatro años en la fuerza de seguridad, fue acusado por el delito de "homicidio calificado" por el fiscal Marcelo Manso.
Paggi indicó que el policía disparó con municiones "letales, por ese motivo fue puesto a disposición de la Justicia". Y que "existe una directiva que el personal debe llevar, por una cuestión de prevención, cartuchos de bala de goma" y que "la secuencia de cómo se cargan los cartuchos en la escopeta es que los primeros tres son de goma, justamente, para evitar este tipo de hechos tan lamentables".
"Esta, lamentablemente, ha sido una situación en la que ha disparado no sólo con los cartuchos de goma sino que, además, con aquellos que son letales. Es ahí donde, de algún modo, el policía violentó los protocolos y fue puesto inmediatamente a disposición de la Justicia", añadió el jefe de policía que ayer estuvo en Baradero reunido con el fiscal, la familia de la víctima y el intendente Aldo Carossi.
En tanto, más de un centenar de vecinos de la ciudad se manifestaron anoche en la plaza Colón del centro de Baradero en reclamo de Justicia y quemaron algunos neumáticos, aunque no se produjeron incidentes.
Más temprano, cuando se conoció la muerte de Rotella, algunos manifestantes habían apedreado la comisaría en la que prestaba servicios el policía imputado del "homicidio calificado" del adolescente.
Familiares y amigos inhumaron sus restos en el cementerio municipal. El gobierno bonaerense analiza el caso. Lucas Rotella (19), corrió al ver un patrullero y el efectivo, que está detenido, le disparó por la espalda.
Mientras familiares y amigos de Lucas Rotella despedían sus restos en el cementerio de Baradero, el gobierno bonaerense analizaba el caso en el que un policía está detenido acusado de haber asesinado ayer por la espalda al joven de 19 años luego de que éste corriera al ver un patrullero.
Decenas de jóvenes y adolescentes siguieron en motocicletas y sin llevar cascos al coche fúnebre que trasladó desde una casa velatoria los restos de la víctima.
Miguel Rotella, padre del joven, reclamó hoy a los políticos que dejen de buscar votos cuando se acercan las elecciones y eduquen a la sociedad "empezando por arriba" y advirtió sobre la falta de controles "psicofísicos" a policías como el que mató a su hijo.
Rotella también se mostró profundamente conmovido por la reacción de los hijos del policía detenido, Gonzalo Capp, al señalar que fueron a su casa y le "pidieron perdón en nombre de su padre".
"No le pueden tirar con balas de plomo, esa persona estaba sumariada por amenazar a otros chicos", remarcó y admitió que en esa ciudad, donde años atrás un agente de tránsito atropelló con su camioneta a otros dos adolescentes por no respetar las normas de tránsito, "el 99 por ciento de los chicos andan sin casco".
De ese modo, Rotella cuestionó el argumento del policía, quien se defendió diciendo que el joven intentó escapar cuando iban a llamarle la atención por no llevar casco. El padre remarcó que, herido de gravedad, su hijo alcanzó a decirle "la policía me tiró".
En tanto, el intendente Aldo Carossi advirtió hoy que "no hay motivo posible para justificar" la muerte del joven asesinado. "Fue un homicidio aberrante, evitable. Es un hecho en el que nadie puede establecer cuáles son las razones que llevaron al policía a terminar con la vida de este chico", dijo en diálogo con radio Mitre. También dijo que en su ciudad persiste la problemática del uso de casco. “Nadie lo usa, incluso los chicos", remarcó.
El caso era analizado este mediodía por el gobierno bonaerense en La Plata. Recién llegado al país, el gobernador Daniel Scioli le pidió un informe pormenorizado al ministro de Seguridad, Ricardo Casal.
En principio, el jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi, ordenó ayer separar de la Policía y poner a disposición de la justicia al oficial Gonzalo Capp, acusado por el crimen.
El agente, que lleva cuatro años en la fuerza de seguridad, fue acusado por el delito de "homicidio calificado" por el fiscal Marcelo Manso.
Paggi indicó que el policía disparó con municiones "letales, por ese motivo fue puesto a disposición de la Justicia". Y que "existe una directiva que el personal debe llevar, por una cuestión de prevención, cartuchos de bala de goma" y que "la secuencia de cómo se cargan los cartuchos en la escopeta es que los primeros tres son de goma, justamente, para evitar este tipo de hechos tan lamentables".
"Esta, lamentablemente, ha sido una situación en la que ha disparado no sólo con los cartuchos de goma sino que, además, con aquellos que son letales. Es ahí donde, de algún modo, el policía violentó los protocolos y fue puesto inmediatamente a disposición de la Justicia", añadió el jefe de policía que ayer estuvo en Baradero reunido con el fiscal, la familia de la víctima y el intendente Aldo Carossi.
En tanto, más de un centenar de vecinos de la ciudad se manifestaron anoche en la plaza Colón del centro de Baradero en reclamo de Justicia y quemaron algunos neumáticos, aunque no se produjeron incidentes.
Más temprano, cuando se conoció la muerte de Rotella, algunos manifestantes habían apedreado la comisaría en la que prestaba servicios el policía imputado del "homicidio calificado" del adolescente.
Cayeron en un precipicio de 150 metros y murieron en el acto
12/02/11
PorFederico Brusotti
Mendoza. Corresponsalia
Una pareja de turistas de Buenos Aires falleció el viernes por la noche en la alta montaña mendocina, al caer con su vehículo en un precipicio de casi 150 metros. Las víctimas fueron identificadas como Natalia Boneto, una jóven de 24 años de Wilde, y Emanuel Fonseca Ripani, de 30, miembro del Rotary Club de Caballito, quien manejaba un Renault Megane y al parecer no vio una curva pronunciada, por lo que siguió de largo y desbarrancó. Ambos fallecieron en el acto, y los cuerpos recién pudieron ser rescatados ayer al mediodía.
El accidente se produjo aproximadamente a las 22, en la ruta 7 a la altura de la curva de Las Cortaderas, a unos 120 kilómetros al oeste de la capital mendocina. La ruta es la que une Argentina con Chile por el paso internacional Cristo Redentor.
El vehículo fue divisado ayer a la mañana cuando personal de mantenimiento de Vialidad y de Gendarmería Nacional, que recorrían la ruta internacional, observaron derrapes en la calzada.
El rescate fue complicado por la zona en la que había quedado el auto. Participaron agentes de la Patrulla de Rescate, gendarmes, policías, bomberos y personal médico, quienes tuvieron que trabajar intensamente para llegar al fondo del precipicio y sacar los cuerpos de los turistas.
Los investigadores no se explican por qué el conductor no advirtió la cercanía de la curva del kilómetro 117, en Picheuta, y siguió derecho por la ruta, cayendo unos 150 metros al vacío.
Una de las hipótesis que se manejan es que los jóvenes estaban viajando rumbo a Chile, pero como el paso internacional hacia el vecino país se encontraba cortado por un alud en territorio trasandino, decidieron regresar por la noche a la Ciudad de Mendoza.
Otra versión indica que Emanuel Fonseca Ripani, y Natalia Boneto, estaban paseando por los complicados caminos de la montaña mendocina cuando se produjo el accidente.
PorFederico Brusotti
Mendoza. Corresponsalia
Una pareja de turistas de Buenos Aires falleció el viernes por la noche en la alta montaña mendocina, al caer con su vehículo en un precipicio de casi 150 metros. Las víctimas fueron identificadas como Natalia Boneto, una jóven de 24 años de Wilde, y Emanuel Fonseca Ripani, de 30, miembro del Rotary Club de Caballito, quien manejaba un Renault Megane y al parecer no vio una curva pronunciada, por lo que siguió de largo y desbarrancó. Ambos fallecieron en el acto, y los cuerpos recién pudieron ser rescatados ayer al mediodía.
El accidente se produjo aproximadamente a las 22, en la ruta 7 a la altura de la curva de Las Cortaderas, a unos 120 kilómetros al oeste de la capital mendocina. La ruta es la que une Argentina con Chile por el paso internacional Cristo Redentor.
El vehículo fue divisado ayer a la mañana cuando personal de mantenimiento de Vialidad y de Gendarmería Nacional, que recorrían la ruta internacional, observaron derrapes en la calzada.
El rescate fue complicado por la zona en la que había quedado el auto. Participaron agentes de la Patrulla de Rescate, gendarmes, policías, bomberos y personal médico, quienes tuvieron que trabajar intensamente para llegar al fondo del precipicio y sacar los cuerpos de los turistas.
Los investigadores no se explican por qué el conductor no advirtió la cercanía de la curva del kilómetro 117, en Picheuta, y siguió derecho por la ruta, cayendo unos 150 metros al vacío.
Una de las hipótesis que se manejan es que los jóvenes estaban viajando rumbo a Chile, pero como el paso internacional hacia el vecino país se encontraba cortado por un alud en territorio trasandino, decidieron regresar por la noche a la Ciudad de Mendoza.
Otra versión indica que Emanuel Fonseca Ripani, y Natalia Boneto, estaban paseando por los complicados caminos de la montaña mendocina cuando se produjo el accidente.
Iba en una Ford Ranger, lo interceptan ladrones y le pegan un balazo
12/02/11 La víctima recibió un tiro que le entró por el ojo izquierdo y salió por el hombro.
Un hombre, que iba en una camioneta Ford Ranger, fue baleado ayer por cuatro ladrones que le cruzaron un auto para asaltarlo, justo cuando esta a punto de llegar a su casa de la localidad bonaerense de Ituzaingó.
El hecho ocurrió a la madrugada, alrededor de las 2.30, cuando Gerardo Terceiro Nogal, de 50 años, cruzaba la esquina de Jáuregui y 26 de abril, muy cerca del Acceso Oeste, y cuatro ladrones lo interceptaron a bordo de un Renault Megane.
Los delincuentes se bajaron del auto y se acercaron a la víctima mientras le apuntaban con sus armas. Inmediatamente, dos de ellos sacaron al hombre de la camioneta a punta de pistola, mientras los restantes revisaban el interior de la cabina, relataron fuentes de la investigación.
Los ladrones que habían bajado a la víctima, lo metieron en el Megane. Según un jefe policial, en ese momento Nogal comenzó a forcejear con sus captores, quienes le dispararon un tiro que le entró por el ojo izquierdo, pasó por su faringe y le salió por el hombro.
Luego del disparo, los ladrones dejaron a la víctima dentro del Megane y abandonaron el lugar a pie. Al llegar a la esquina, asaltaron a otro hombre de unos 60 años que pasaba por allí en su Renault 9, a quien le sacaron el auto para escapar.
Nogal, en tanto, fue llevado de urgencia por unos vecinos que habían escuchado el balazo a la guardia del Hospital Posadas, en Haedo, donde se encuentra internado y fuera de peligro, según informaron fuentes de la causa.
Más tarde, personal policial bonaerense encontró abandonado en Haedo el Renault 9 en el que se fugaron los ladrones. Ayer a la tarde era objeto de pericias científicas que buscaban encontrar huellas dactilares u otros elementos que puedan identificar a los delincuentes.
Los investigadores trabajan sobre la hipótesis de que los asaltantes pensaban que la víctima llevaba una fuerte suma de dinero encima, ya que no quisieron llevarse la camioneta, al punto de que no sólo la dejaron sino que también dejaron el Megane y se fueron en un tercer vehículo, menos costoso que los otros dos.
Los investigadores dijeron que el Megane, con patente del año 2000, que utilizaron los asaltantes y luego abandonaron con el baleado adentro, no tenía pedido de captura. En la investigación interviene en la causa la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Ituzaingó.
Un hombre, que iba en una camioneta Ford Ranger, fue baleado ayer por cuatro ladrones que le cruzaron un auto para asaltarlo, justo cuando esta a punto de llegar a su casa de la localidad bonaerense de Ituzaingó.
El hecho ocurrió a la madrugada, alrededor de las 2.30, cuando Gerardo Terceiro Nogal, de 50 años, cruzaba la esquina de Jáuregui y 26 de abril, muy cerca del Acceso Oeste, y cuatro ladrones lo interceptaron a bordo de un Renault Megane.
Los delincuentes se bajaron del auto y se acercaron a la víctima mientras le apuntaban con sus armas. Inmediatamente, dos de ellos sacaron al hombre de la camioneta a punta de pistola, mientras los restantes revisaban el interior de la cabina, relataron fuentes de la investigación.
Los ladrones que habían bajado a la víctima, lo metieron en el Megane. Según un jefe policial, en ese momento Nogal comenzó a forcejear con sus captores, quienes le dispararon un tiro que le entró por el ojo izquierdo, pasó por su faringe y le salió por el hombro.
Luego del disparo, los ladrones dejaron a la víctima dentro del Megane y abandonaron el lugar a pie. Al llegar a la esquina, asaltaron a otro hombre de unos 60 años que pasaba por allí en su Renault 9, a quien le sacaron el auto para escapar.
Nogal, en tanto, fue llevado de urgencia por unos vecinos que habían escuchado el balazo a la guardia del Hospital Posadas, en Haedo, donde se encuentra internado y fuera de peligro, según informaron fuentes de la causa.
Más tarde, personal policial bonaerense encontró abandonado en Haedo el Renault 9 en el que se fugaron los ladrones. Ayer a la tarde era objeto de pericias científicas que buscaban encontrar huellas dactilares u otros elementos que puedan identificar a los delincuentes.
Los investigadores trabajan sobre la hipótesis de que los asaltantes pensaban que la víctima llevaba una fuerte suma de dinero encima, ya que no quisieron llevarse la camioneta, al punto de que no sólo la dejaron sino que también dejaron el Megane y se fueron en un tercer vehículo, menos costoso que los otros dos.
Los investigadores dijeron que el Megane, con patente del año 2000, que utilizaron los asaltantes y luego abandonaron con el baleado adentro, no tenía pedido de captura. En la investigación interviene en la causa la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Ituzaingó.
Los robos de autos de lujo son cada vez más violentos
12/02/11 - 22:40
Hay bandas que los cambian por cocaína en Bolivia. La Justicia descubrió una red que opera en el Oeste y Norte del GBA. Los ladrones montan retenes policiales falsos para detener a los coches. “Si tienen que matar, lo hacen”, dicen los investigadores.
PorSergio Dima Clarin
Hasta no hace mucho, los robos más frecuentes de autos de alta gama se registraban en concesionarias o en camiones mosquito. Eran golpes rápidos y limpios. Ahora el panorama parece haber cambiado. El crimen de José Luis Quispe, un chico de 13 años fusilado en General Rodríguez durante el robo de la camioneta Amarok de su familia, puso de manifiesto una nueva e inquietante tendencia. Los investigadores de este caso descubrieron una red de organizaciones delictivas muy violentas que se dedican a robar vehículos de lujo en las zonas Norte y Oeste del conurbano bonaerense. Las bandas están interrelacionadas y tienen la capacidad de rearmarse para seguir actuando cuando alguno de sus miembros cae detenido. Contarían, además, con algún tipo de cobertura, ya sea para falsificar los documentos del vehículo como para operar. Y un destino para los coches: Bolivia, donde son canjeados por cocaína.
Por el crimen de Quispe, la Justicia de Luján arrestó a dos sospechosos y pidió la captura de otros tres, que están prófugos. La banda también está acusada de haber matado al peluquero Gualter Carabajal, el 3 de diciembre último. “El objetivo de estas organizaciones son los vehículos, no los homicidios. Pero si para obtener un auto o una camioneta tienen que matar a alguien, lo hacen”, aseguró a Clarín una fuente judicial.
Tras el homicidio de Quispe, la Policía arrestó primero a dos hombres en General Paz y avenida Beiró. Esos sospechosos quedaron complicados por el robo de tres autos en jurisdicción de San Martín. Y si bien no fueron involucrados directamente en el caso del chico, sí pudo verificarse que tenían relaciones con esa banda. Pero, además, con otra organización que fue atrapada en diciembre, tras una investigación de ocho meses encabezada por las policías de San Isidro y José C. Paz.
Aquel primer expediente permitió rearmar los vínculos que entrelaza a las distintas bandas que roban autos de alta gama (sobre todo en el corredor de la Autopista de Oeste o de la avenida Libertador, en Zona Norte). También alcanzó a reconstruir gran parte del recorrido que hacen los vehículos una vez que son robados.
Tres fuentes investigativas dijeron a Clarín que la forma de actuar es relativamente simple, arriesgada y común a casi todas las organizaciones, en mayor o menor detalle. A veces realizan inteligencia, otras actúan al voleo.
La investigación pudo determinar que, primero, el vehículo era robado por asaltantes que se hacían pasar por policías. Luego, era llevado a un reducidor en La Paternal, donde un técnico (el “tordo”) le sacaba le rastreador satelital (el “bicho”). Allí, además, al auto “lo curaban” (le sacan todo aquello que lo hacía identificable) en apenas 15 minutos y le conseguían nuevos documentos. Luego venían los traslados a Bolivia a cargo de choferes contratados para la ocasión (cobraban hasta $ 25.000, depende la marca del vehículo).
El cruce fronterizo muchas veces se hacía directamente a través del río Bermejo, a la altura de Aguas Blancas. En general, allí el auto era canjeado por droga. Un dato llamativo de la causa es que se comprobó que, en uno de los regresos, luego de haber cambiado dos camionetas por 50 kilos de cocaína, los propios delincuentes fueron robados (en el kilómetro 50 de la Panamericana, ramal Campana). Tres hombres tiraron piedras en el camino y terminaron llevándose el coche y la droga que llevaba la banda a Buenos Aires.
Toda la investigación se remonta a las 23 horas del 29 de abril de 2010. Esa noche, tres falsos policías obligaron a un hombre a detener su camioneta BMW X6 con la excusa de un control de rutina en avenida Libertador y Maipú, en San Isidro. “¿Tiene rastreador?”, fue lo primero que le preguntaron al dueño de la 4x4. El hombre fue retenido varios minutos hasta que la banda finalmente desapareció con la camioneta. En ese caso, el rastreador no funcionaba. Pero cuando los investigadores pudieron reactivarlo, comenzó el seguimiento que los llevaría a Bolivia.
Los ladrones quedaron acusados de seis robos similares, ocurrido entre marzo de 2007 y abril de 2010. Durante un allanamiento en la casa de uno de los siete detenidos por esa causa, se secuestraron autopartes que se correspondían con no menos de 45 autos robados. Dos de los hechos incluyeron disparos: en uno, un ladrón murió al enfrentarse con un custodio.
A las 0.15 del 18 de marzo de 2007, en avenida Libertador y Primera Junta, San Isidro, tres hombres le cruzaron un auto a un BMW 530. El dueño estaba acompañado de dos mujeres. Pero, además, al volante de la camioneta iba un gendarme como custodio. “Abrí porque te mato”, gritaron los ladrones. El gendarme se pasó al asiento del acompañante, pero antes de que la banda pudiera llevarse la 4x4 se identificó y mató a uno de los ladrones. Los demás integrantes de la banda decidieron huir con las manos vacías.
El 25 de abril de 2009, un hombre se dirigía en su camioneta BMW X6 a la casa de un amigo en Martínez. Tres asaltantes lo obligaron a parar, siempre haciéndose pasar por policías. Uno de ellos le pegó una trompada en el rostro, lo forzó a cambiar de asiento y se lo llevaron secuestrado en su camioneta. La víctima tomó una decisión arriesgada. A lo 30 metros del lugar en el que había sido capturado, se tiró del vehículo en movimiento. Los ladrones le dispararon dos veces, aunque sin puntería.
Un hombre mencionado en la causa que fue investigada por la Justicia de San Isidro, quedó sospechado de integrar también el grupo que asesinó a Quispe. El asaltante tendría el papel de intermediario entre los robos, los desarmaderos y los compradores. De todas maneras, los investigadores saben que apenas descubrieron el comienzo de un extenso ovillo y que la red tiene la capacidad de reagruparse. La demanda no se agota. El negocio sigue funcionando, más allá de la caída de algún delincuente. Y más allá de las muertes.
Hay bandas que los cambian por cocaína en Bolivia. La Justicia descubrió una red que opera en el Oeste y Norte del GBA. Los ladrones montan retenes policiales falsos para detener a los coches. “Si tienen que matar, lo hacen”, dicen los investigadores.
PorSergio Dima Clarin
Hasta no hace mucho, los robos más frecuentes de autos de alta gama se registraban en concesionarias o en camiones mosquito. Eran golpes rápidos y limpios. Ahora el panorama parece haber cambiado. El crimen de José Luis Quispe, un chico de 13 años fusilado en General Rodríguez durante el robo de la camioneta Amarok de su familia, puso de manifiesto una nueva e inquietante tendencia. Los investigadores de este caso descubrieron una red de organizaciones delictivas muy violentas que se dedican a robar vehículos de lujo en las zonas Norte y Oeste del conurbano bonaerense. Las bandas están interrelacionadas y tienen la capacidad de rearmarse para seguir actuando cuando alguno de sus miembros cae detenido. Contarían, además, con algún tipo de cobertura, ya sea para falsificar los documentos del vehículo como para operar. Y un destino para los coches: Bolivia, donde son canjeados por cocaína.
Por el crimen de Quispe, la Justicia de Luján arrestó a dos sospechosos y pidió la captura de otros tres, que están prófugos. La banda también está acusada de haber matado al peluquero Gualter Carabajal, el 3 de diciembre último. “El objetivo de estas organizaciones son los vehículos, no los homicidios. Pero si para obtener un auto o una camioneta tienen que matar a alguien, lo hacen”, aseguró a Clarín una fuente judicial.
Tras el homicidio de Quispe, la Policía arrestó primero a dos hombres en General Paz y avenida Beiró. Esos sospechosos quedaron complicados por el robo de tres autos en jurisdicción de San Martín. Y si bien no fueron involucrados directamente en el caso del chico, sí pudo verificarse que tenían relaciones con esa banda. Pero, además, con otra organización que fue atrapada en diciembre, tras una investigación de ocho meses encabezada por las policías de San Isidro y José C. Paz.
Aquel primer expediente permitió rearmar los vínculos que entrelaza a las distintas bandas que roban autos de alta gama (sobre todo en el corredor de la Autopista de Oeste o de la avenida Libertador, en Zona Norte). También alcanzó a reconstruir gran parte del recorrido que hacen los vehículos una vez que son robados.
Tres fuentes investigativas dijeron a Clarín que la forma de actuar es relativamente simple, arriesgada y común a casi todas las organizaciones, en mayor o menor detalle. A veces realizan inteligencia, otras actúan al voleo.
La investigación pudo determinar que, primero, el vehículo era robado por asaltantes que se hacían pasar por policías. Luego, era llevado a un reducidor en La Paternal, donde un técnico (el “tordo”) le sacaba le rastreador satelital (el “bicho”). Allí, además, al auto “lo curaban” (le sacan todo aquello que lo hacía identificable) en apenas 15 minutos y le conseguían nuevos documentos. Luego venían los traslados a Bolivia a cargo de choferes contratados para la ocasión (cobraban hasta $ 25.000, depende la marca del vehículo).
El cruce fronterizo muchas veces se hacía directamente a través del río Bermejo, a la altura de Aguas Blancas. En general, allí el auto era canjeado por droga. Un dato llamativo de la causa es que se comprobó que, en uno de los regresos, luego de haber cambiado dos camionetas por 50 kilos de cocaína, los propios delincuentes fueron robados (en el kilómetro 50 de la Panamericana, ramal Campana). Tres hombres tiraron piedras en el camino y terminaron llevándose el coche y la droga que llevaba la banda a Buenos Aires.
Toda la investigación se remonta a las 23 horas del 29 de abril de 2010. Esa noche, tres falsos policías obligaron a un hombre a detener su camioneta BMW X6 con la excusa de un control de rutina en avenida Libertador y Maipú, en San Isidro. “¿Tiene rastreador?”, fue lo primero que le preguntaron al dueño de la 4x4. El hombre fue retenido varios minutos hasta que la banda finalmente desapareció con la camioneta. En ese caso, el rastreador no funcionaba. Pero cuando los investigadores pudieron reactivarlo, comenzó el seguimiento que los llevaría a Bolivia.
Los ladrones quedaron acusados de seis robos similares, ocurrido entre marzo de 2007 y abril de 2010. Durante un allanamiento en la casa de uno de los siete detenidos por esa causa, se secuestraron autopartes que se correspondían con no menos de 45 autos robados. Dos de los hechos incluyeron disparos: en uno, un ladrón murió al enfrentarse con un custodio.
A las 0.15 del 18 de marzo de 2007, en avenida Libertador y Primera Junta, San Isidro, tres hombres le cruzaron un auto a un BMW 530. El dueño estaba acompañado de dos mujeres. Pero, además, al volante de la camioneta iba un gendarme como custodio. “Abrí porque te mato”, gritaron los ladrones. El gendarme se pasó al asiento del acompañante, pero antes de que la banda pudiera llevarse la 4x4 se identificó y mató a uno de los ladrones. Los demás integrantes de la banda decidieron huir con las manos vacías.
El 25 de abril de 2009, un hombre se dirigía en su camioneta BMW X6 a la casa de un amigo en Martínez. Tres asaltantes lo obligaron a parar, siempre haciéndose pasar por policías. Uno de ellos le pegó una trompada en el rostro, lo forzó a cambiar de asiento y se lo llevaron secuestrado en su camioneta. La víctima tomó una decisión arriesgada. A lo 30 metros del lugar en el que había sido capturado, se tiró del vehículo en movimiento. Los ladrones le dispararon dos veces, aunque sin puntería.
Un hombre mencionado en la causa que fue investigada por la Justicia de San Isidro, quedó sospechado de integrar también el grupo que asesinó a Quispe. El asaltante tendría el papel de intermediario entre los robos, los desarmaderos y los compradores. De todas maneras, los investigadores saben que apenas descubrieron el comienzo de un extenso ovillo y que la red tiene la capacidad de reagruparse. La demanda no se agota. El negocio sigue funcionando, más allá de la caída de algún delincuente. Y más allá de las muertes.
viernes, 11 de febrero de 2011
Quiso presionar el botón antipánico del colectivo, pero igual lo asaltaron brutalmente en el partido de Tigre
11/02/11 - 12:15
Le pasó a un chofer de la línea 721. Cuando quiso pulsar la alarma, los tres delincuentes lo amenazaron. Terminaron amputándole dos dedos.
Tres delincuentes le cortaron hoy dos dedos de una mano y le produjeron un corte profundo en un brazo a un chofer de la línea de colectivo 721, durante un asalto a bordo del transporte, en la localidad bonaerense de General Pacheco, informaron fuentes policiales.
El hecho ocurrió hoy alrededor de las 5.10, cuando tres hombres subieron al interno 59 de la línea 721 que conducía Gustavo Sosa, quien acababa de comenzar su recorrido en Colombia y Las Achiras.
Según contaron fuentes de la línea de colectivos, a dos cuadras de la terminal se subieron dos de los delincuentes y, en la parada siguiente, se subió el tercero.
Los ladrones se sentaron como pasajeros y viajaron unas 20 cuadras hasta que abordaron a Sosa y lo forzaron a desviarse del recorrido a la altura de las calles Sastre y Avellaneda.
Aunque los delincuentes lo amenazaron para que no presionara el botón antipánico, Sosa se resistió y, en medio de un forcejeo, uno de ellos le amputó la primera falange del dedo índice y otro dedo de la mano derecha, dijeron los voceros.
Según fuentes policiales, los agresores le robaron a Sosa dinero, el celular y el reloj, y también le hicieron un corte profundo en el brazo derecho.
Una vez que los delincuentes bajaron del colectivo, Sosa logró girar su transporte y dirigirlo nuevamente hacia la terminal, adonde llegó tocando bocina a gran velocidad, contaron las fuentes de la línea.
Sus compañeros lo asistieron rápidamente y lo llevaron al hospital de El Talar, de donde lo derivaron luego a la clínica Fitz Roy del barrio porteño de Palermo, donde se encuentra lúcido y fuera de peligro.
En el momento del hecho no había otros pasajeros en el colectivo.
(FUENTE: TÉLAM)
Le pasó a un chofer de la línea 721. Cuando quiso pulsar la alarma, los tres delincuentes lo amenazaron. Terminaron amputándole dos dedos.
Tres delincuentes le cortaron hoy dos dedos de una mano y le produjeron un corte profundo en un brazo a un chofer de la línea de colectivo 721, durante un asalto a bordo del transporte, en la localidad bonaerense de General Pacheco, informaron fuentes policiales.
El hecho ocurrió hoy alrededor de las 5.10, cuando tres hombres subieron al interno 59 de la línea 721 que conducía Gustavo Sosa, quien acababa de comenzar su recorrido en Colombia y Las Achiras.
Según contaron fuentes de la línea de colectivos, a dos cuadras de la terminal se subieron dos de los delincuentes y, en la parada siguiente, se subió el tercero.
Los ladrones se sentaron como pasajeros y viajaron unas 20 cuadras hasta que abordaron a Sosa y lo forzaron a desviarse del recorrido a la altura de las calles Sastre y Avellaneda.
Aunque los delincuentes lo amenazaron para que no presionara el botón antipánico, Sosa se resistió y, en medio de un forcejeo, uno de ellos le amputó la primera falange del dedo índice y otro dedo de la mano derecha, dijeron los voceros.
Según fuentes policiales, los agresores le robaron a Sosa dinero, el celular y el reloj, y también le hicieron un corte profundo en el brazo derecho.
Una vez que los delincuentes bajaron del colectivo, Sosa logró girar su transporte y dirigirlo nuevamente hacia la terminal, adonde llegó tocando bocina a gran velocidad, contaron las fuentes de la línea.
Sus compañeros lo asistieron rápidamente y lo llevaron al hospital de El Talar, de donde lo derivaron luego a la clínica Fitz Roy del barrio porteño de Palermo, donde se encuentra lúcido y fuera de peligro.
En el momento del hecho no había otros pasajeros en el colectivo.
(FUENTE: TÉLAM)
Secuestran a una familia en Liniers y los liberan en Morón
11/02/11 - 12:40
Un matrimonio y sus dos hijos de 10 y 14 años fueron secuestrados en el acceso Oeste. Se llevaron al hombre para robar en su casa en Villa Tesei y el resto de la familia fue trasladada hasta Luján. Fueron liberados todos en Morón. Los delincuentes siguen prófugos.
Esta madrugada se convirtió en una pesadilla para la familia D`Angelo. Es que cerca de la 1 de la madrugada, en la intersección de la avenida General Paz y el acceso Oeste –a la altura de Liniers-, fueron secuestrados por cuatro delincuentes.
Un auto cruzó la camioneta en la que viajaba el matrimonio con sus dos hijos de 10 y 14 años. Se llevaron al hombre para robar en su casa de Villa Tesei y el resto de la familia fue traslada a Luján. Finalmente fueron liberados todos en Morón, pero los delincuentes siguen prófugos.
"Nos cruzaron un auto, estábamos tan nervioso que no vimos nada. Fue en la subida al acceso, donde pasan siempre un solo auto. Pasaron muy justo y cruzaron el auto adelante", recordó Miriam en la puerta de su casa de Villa Tesei.
El padre de familia dijo esta mañana a la prensa que es la segunda vez que sufre un asalto, ya que el año pasado ladrones entraron a su casa, y admitió con la voz quebrada que a veces piensa "en irse", aunque tiene una familia y debe seguir adelante.
Fuentes policiales informaron hoy a Télam que los delincuentes, que se conducían en un auto negro -que, según testigos, pudo haber sido un Peugeot 206 o 207-, lograron huir. La policía va a analizar las cámaras de los peajes de la Autopista del Oeste para poder tener una pista.
En diálogo con la prensa, la mujer dijo que los delincuentes los separaron: a ella y a sus hijos los subieron al auto de ellos y a su esposo lo llevaron en su camioneta.
"Nos separaron pero siempre nos trataron bien, nos dijeron que robaban y nada mas, que no nos iban a hacer nada malo si colaborábamos con lo que ellos nos pedían", recordó Miriam.
Dos de los delincuentes subieron a la Eco Sport y se fueron con Roberto D`Angelo rumbo a su vivienda, en Villa Tesei. Los otros dos ladrones obligaron a Miriam y a sus dos hijos a abordar el auto negro.
Según relató a Télam un jefe policial, los delincuentes que se llevaron cautivos a la mujer y los chicos se dirigieron por la autopista del Oeste rumbo a Luján, por donde dieron vueltas hasta que sus cómplices concluyeron el robo en la casa de la familia.
"A mí me llevaron solo en la camioneta y se llevaron a mi señora con los chicos. Ellos querían plata pero como yo no tengo mucho les di lo que tenía, poca plata, electrodomésticos y nada mas", dijo Roberto, quien aclaró que se trató de un robo "al voleo".
Mientras tanto, el resto de la familia permaneció cautiva cerca de tres horas a bordo del otro auto, que transitó por distintas zonas vecinas a Luján
Un matrimonio y sus dos hijos de 10 y 14 años fueron secuestrados en el acceso Oeste. Se llevaron al hombre para robar en su casa en Villa Tesei y el resto de la familia fue trasladada hasta Luján. Fueron liberados todos en Morón. Los delincuentes siguen prófugos.
Esta madrugada se convirtió en una pesadilla para la familia D`Angelo. Es que cerca de la 1 de la madrugada, en la intersección de la avenida General Paz y el acceso Oeste –a la altura de Liniers-, fueron secuestrados por cuatro delincuentes.
Un auto cruzó la camioneta en la que viajaba el matrimonio con sus dos hijos de 10 y 14 años. Se llevaron al hombre para robar en su casa de Villa Tesei y el resto de la familia fue traslada a Luján. Finalmente fueron liberados todos en Morón, pero los delincuentes siguen prófugos.
"Nos cruzaron un auto, estábamos tan nervioso que no vimos nada. Fue en la subida al acceso, donde pasan siempre un solo auto. Pasaron muy justo y cruzaron el auto adelante", recordó Miriam en la puerta de su casa de Villa Tesei.
El padre de familia dijo esta mañana a la prensa que es la segunda vez que sufre un asalto, ya que el año pasado ladrones entraron a su casa, y admitió con la voz quebrada que a veces piensa "en irse", aunque tiene una familia y debe seguir adelante.
Fuentes policiales informaron hoy a Télam que los delincuentes, que se conducían en un auto negro -que, según testigos, pudo haber sido un Peugeot 206 o 207-, lograron huir. La policía va a analizar las cámaras de los peajes de la Autopista del Oeste para poder tener una pista.
En diálogo con la prensa, la mujer dijo que los delincuentes los separaron: a ella y a sus hijos los subieron al auto de ellos y a su esposo lo llevaron en su camioneta.
"Nos separaron pero siempre nos trataron bien, nos dijeron que robaban y nada mas, que no nos iban a hacer nada malo si colaborábamos con lo que ellos nos pedían", recordó Miriam.
Dos de los delincuentes subieron a la Eco Sport y se fueron con Roberto D`Angelo rumbo a su vivienda, en Villa Tesei. Los otros dos ladrones obligaron a Miriam y a sus dos hijos a abordar el auto negro.
Según relató a Télam un jefe policial, los delincuentes que se llevaron cautivos a la mujer y los chicos se dirigieron por la autopista del Oeste rumbo a Luján, por donde dieron vueltas hasta que sus cómplices concluyeron el robo en la casa de la familia.
"A mí me llevaron solo en la camioneta y se llevaron a mi señora con los chicos. Ellos querían plata pero como yo no tengo mucho les di lo que tenía, poca plata, electrodomésticos y nada mas", dijo Roberto, quien aclaró que se trató de un robo "al voleo".
Mientras tanto, el resto de la familia permaneció cautiva cerca de tres horas a bordo del otro auto, que transitó por distintas zonas vecinas a Luján
Le roban el celular, reconoce al ladrón y le pegan un tiro
11/02/11 El asaltante le apoyó el arma en la frente y disparó. Antes le había dicho: “No me batas con la cana”. Hay dos hermanos detenidos, de 20 y 22 años, que viven a sólo tres cuadras de la casa de la chica. La víctima, una nena de 13 años, está muy grave
PorGustavo Molina
Cordoba. Corresponsalia
ANGUSTIA. MANUEL TOLEDO, ABUELO DE MICAELA, EN EL HOSPITAL INFANTIL DE ALTA CORDOBA, DONDE LA NENA SE ENCUENTRA INTERNADA DESDE EL DOMINGO.
Hace cuatro días que vivo en este hospital. Me voy a la noche a dormir y a primera hora ya estoy de nuevo esperando el parte”, dice Manuel Toledo, el abuelo de Micaela Soria, la nena de 13 años que el domingo a la noche fue herida por dos ladrones que le robaron el celular en el barrio Nuestro Hogar III, de la capital cordobesa.
El caso conmueve a toda la provincia por su crueldad : a la chica le pegaron un tiro en la frente porque reconoció a uno de los asaltantes . Hay dos detenidos: los hermanos Juan y Carlos Ludueña, de 20 y 22 años, quienes viven a sólo tres cuadras de la familia de la víctima .
En la explanada del Hospital Municipal Infantil, Manuel le desnuda a Clarín sus esperanzas: “Yo espero un milagro. Bah, dos milagros. Uno, que mi nietita viva, que le gane a la muerte. Ella es fuerte y sana; y va a vivir. El otro milagro que le pido a Dios es que quede bien, que no quede con secuelas”. Este peluquero de 63 años fuma y mira al cielo, como implorando que la nena –que está muy grave– gane la batalla. “Usted déjeme que Micaela se mejore –dice– y yo le voy a hacer la vida imposible a estos tipos.
No puede ser que anden drogados, matando y robando, y que la Policía no haga nada...
” El drama ocurrió el domingo, cerca de la medianoche. Micaela estaba acostada viendo la televisión cuando su tía Carla, de 18 años, le pidió que la acompañara a comprar cigarrillos al almacén del barrio. De regreso, las jóvenes fueron interceptadas por dos ladrones armados. Uno de ellos apuntó a Micaela, le arrebató el celular y le dijo: “No me batas con la cana” . Cuando éste se alejaba, la nena murmuró: “Yo a vos te conozco...” “Para qué se lo habrá dicho –se lamenta el abuelo de la víctima–. El tipo volvió, le puso el revólver en la frente y disparó”.
Ante el espanto de su sobrina con la cara destrozada por el balazo, Carla se puso a gritar. El agresor, entonces, se acercó a ella con la intención de dispararle , pero su cómplice lo abrazó y se lo llevó. Horas después del ataque, el fiscal Pedro Caballero imputó y detuvo a los hermanos Ludueña, a quienes acusó del delito de robo calificado y tentativa de homicidio. Carlos habría sido el que baleó a Micaela.
La nena fue trasladada al Hospital Municipal de Urgencias, donde lograron estabilizarla y salvarle la vida, pero horas después fue derivada al Infantil, donde ahora se encuentra en coma farmacológico. “Hay que ser cuidadosos y objetivos. Su pronóstico es reservado. Los adolescentes tienen mayor capacidad de recuperación que nosotros, los adultos. No obstante, debemos reconocer que es un cuadro muy grave”, señaló Aldo Joseph, director del hospital.
La bala calibre 22 ingresó por la región frontal izquierda y está alojada junto al parietal izquierdo. “La paciente tiene asistencia respiratoria mecánica.
Por ahora no observamos pérdida de masa encefálica , pero sí una contusión por la onda expansiva del proyectil”, detalla el último parte médico.
Los papás de Micaela –Valeria y Damián Soria– padecen diferentes grados de discapacidad mental, por eso la nena vivió hasta hace un mes con su abuelo en el barrio San Fernando. “Como iba a empezar el secundario, mi hija me pidió que Micaela volviera con ella a su casa. Mire lo que le pasó”, dice Manuel.
Micaela, entonces, se mudó al barrio Nuestro Hogar III, una zona de viviendas sociales construidas por el Estado para gente de bajos recursos. A unas tres cuadras de allí queda Villa Angelelli, uno de los asentamientos de emergencia más antiguos y populosos de Córdoba, donde viven los hermanos Ludueña.
El abogado de los padres de la víctima, Julio Páez, afirmó que hoy se van a constituir en querellantes y pedirán la imputación por los delitos de tentativa de homicidio agravado por alevosía y criminis causa ” (esto es, matar para encubrir otro delito), calificación que contempla una pena máxima de prisión perpetua.
PorGustavo Molina
Cordoba. Corresponsalia
ANGUSTIA. MANUEL TOLEDO, ABUELO DE MICAELA, EN EL HOSPITAL INFANTIL DE ALTA CORDOBA, DONDE LA NENA SE ENCUENTRA INTERNADA DESDE EL DOMINGO.
Hace cuatro días que vivo en este hospital. Me voy a la noche a dormir y a primera hora ya estoy de nuevo esperando el parte”, dice Manuel Toledo, el abuelo de Micaela Soria, la nena de 13 años que el domingo a la noche fue herida por dos ladrones que le robaron el celular en el barrio Nuestro Hogar III, de la capital cordobesa.
El caso conmueve a toda la provincia por su crueldad : a la chica le pegaron un tiro en la frente porque reconoció a uno de los asaltantes . Hay dos detenidos: los hermanos Juan y Carlos Ludueña, de 20 y 22 años, quienes viven a sólo tres cuadras de la familia de la víctima .
En la explanada del Hospital Municipal Infantil, Manuel le desnuda a Clarín sus esperanzas: “Yo espero un milagro. Bah, dos milagros. Uno, que mi nietita viva, que le gane a la muerte. Ella es fuerte y sana; y va a vivir. El otro milagro que le pido a Dios es que quede bien, que no quede con secuelas”. Este peluquero de 63 años fuma y mira al cielo, como implorando que la nena –que está muy grave– gane la batalla. “Usted déjeme que Micaela se mejore –dice– y yo le voy a hacer la vida imposible a estos tipos.
No puede ser que anden drogados, matando y robando, y que la Policía no haga nada...
” El drama ocurrió el domingo, cerca de la medianoche. Micaela estaba acostada viendo la televisión cuando su tía Carla, de 18 años, le pidió que la acompañara a comprar cigarrillos al almacén del barrio. De regreso, las jóvenes fueron interceptadas por dos ladrones armados. Uno de ellos apuntó a Micaela, le arrebató el celular y le dijo: “No me batas con la cana” . Cuando éste se alejaba, la nena murmuró: “Yo a vos te conozco...” “Para qué se lo habrá dicho –se lamenta el abuelo de la víctima–. El tipo volvió, le puso el revólver en la frente y disparó”.
Ante el espanto de su sobrina con la cara destrozada por el balazo, Carla se puso a gritar. El agresor, entonces, se acercó a ella con la intención de dispararle , pero su cómplice lo abrazó y se lo llevó. Horas después del ataque, el fiscal Pedro Caballero imputó y detuvo a los hermanos Ludueña, a quienes acusó del delito de robo calificado y tentativa de homicidio. Carlos habría sido el que baleó a Micaela.
La nena fue trasladada al Hospital Municipal de Urgencias, donde lograron estabilizarla y salvarle la vida, pero horas después fue derivada al Infantil, donde ahora se encuentra en coma farmacológico. “Hay que ser cuidadosos y objetivos. Su pronóstico es reservado. Los adolescentes tienen mayor capacidad de recuperación que nosotros, los adultos. No obstante, debemos reconocer que es un cuadro muy grave”, señaló Aldo Joseph, director del hospital.
La bala calibre 22 ingresó por la región frontal izquierda y está alojada junto al parietal izquierdo. “La paciente tiene asistencia respiratoria mecánica.
Por ahora no observamos pérdida de masa encefálica , pero sí una contusión por la onda expansiva del proyectil”, detalla el último parte médico.
Los papás de Micaela –Valeria y Damián Soria– padecen diferentes grados de discapacidad mental, por eso la nena vivió hasta hace un mes con su abuelo en el barrio San Fernando. “Como iba a empezar el secundario, mi hija me pidió que Micaela volviera con ella a su casa. Mire lo que le pasó”, dice Manuel.
Micaela, entonces, se mudó al barrio Nuestro Hogar III, una zona de viviendas sociales construidas por el Estado para gente de bajos recursos. A unas tres cuadras de allí queda Villa Angelelli, uno de los asentamientos de emergencia más antiguos y populosos de Córdoba, donde viven los hermanos Ludueña.
El abogado de los padres de la víctima, Julio Páez, afirmó que hoy se van a constituir en querellantes y pedirán la imputación por los delitos de tentativa de homicidio agravado por alevosía y criminis causa ” (esto es, matar para encubrir otro delito), calificación que contempla una pena máxima de prisión perpetua.
lunes, 7 de febrero de 2011
Una chica murió por un disparo accidental en Mendoza
07/02/11 - Clarin
Tenía 15 años. Estaba con su novio y otros dos chicos que estaban manipulando un revolver que se disparó. Los tres jóvenes quedaron detenidos.
Una adolescente de 15 años murió hoy en Mendoza al ser alcanzada por un disparo en el pecho disparado al parecer en forma accidental cuando su novio y dos amigos manipulaban un revólver.
De todas formas, la Justicia ordenó la detención de los tres jóvenes mientras se realizaban las investigaciones sobre las circunstancias en las que se produjo la muerte de la chica.
El hecho ocurrió en la esquina de Villagra y Havestad, en la ciudad de Malargüe, 465 kilómetros al sur de la ciudad de Mendoza.
Fuentes policiales informaron que Florencia Méndez estaba, pasada la medianoche, con su novio y dos amigos que estaban manipulando un revólver calibre 22 que se habría disparado en forma accidental.
El balazo dio en el pecho de la chica y su novio la trasladó en una moto al Hospital Regional, pero allí constataron que había muerto.
En el caso interviene la comisaría 24, en la que se encuentran detenidos los tres jóvenes que acompañaban a la víctima.
(Fuente: DyN)
Tenía 15 años. Estaba con su novio y otros dos chicos que estaban manipulando un revolver que se disparó. Los tres jóvenes quedaron detenidos.
Una adolescente de 15 años murió hoy en Mendoza al ser alcanzada por un disparo en el pecho disparado al parecer en forma accidental cuando su novio y dos amigos manipulaban un revólver.
De todas formas, la Justicia ordenó la detención de los tres jóvenes mientras se realizaban las investigaciones sobre las circunstancias en las que se produjo la muerte de la chica.
El hecho ocurrió en la esquina de Villagra y Havestad, en la ciudad de Malargüe, 465 kilómetros al sur de la ciudad de Mendoza.
Fuentes policiales informaron que Florencia Méndez estaba, pasada la medianoche, con su novio y dos amigos que estaban manipulando un revólver calibre 22 que se habría disparado en forma accidental.
El balazo dio en el pecho de la chica y su novio la trasladó en una moto al Hospital Regional, pero allí constataron que había muerto.
En el caso interviene la comisaría 24, en la que se encuentran detenidos los tres jóvenes que acompañaban a la víctima.
(Fuente: DyN)
Saqueo al tren: separan a 15 policías por la muerte a balazos de dos adolescentes
07/02/11 - Clarin
Lo resolvió el Gobierno bonaerense. También dispuso la intervención de la comisaría 4ª de José León Suárez, a la que pertenecían los efectivos. Según las pericias, los dos jóvenes fueron baleados desde corta distancia.
La comisaría cuarta de José León Suárez fue intervenida hoy en forma preventiva por la Policía Bonaerense, luego de la supuesta participación de varios efectivos de esa seccional en la muerte de dos adolescentes que fueron baleados tras el descarrilamiento de un tren, ocurrido el jueves pasado.
Al mismo tiempo, 15 policías fueron separados de sus cargos a modo de ser investigados por la justicia, que intentará determinar quiénes efectuaron los disparos con balas de plomo que terminaron con las vidas de dos adolescentes.
Por su parte, el comisario Claudio Chirino quedará a cargo de la comisaría, después de que un agente admitió haber disparado balas de plomo durante el hecho.
Fuentes policiales dijeron que toda la plana de la seccional cuarta fue separada hasta que se esclarezca la responsabilidad de los efectivos en las muertes, una investigación que está a cargo de la Gendarmería Nacional y la Justicia.
El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, adelantó que funcionarios de su cartera y el jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi, se reunirán mañana a las 9 con familiares de las víctimas: Franco Almirón (16), quien recibió cinco postas de plomo de ocho milímetros en distintas partes del cuerpo, y Mauricio Ramos (17), quien recibió un sólo impacto que resultó mortal.
El hecho ocurrió el jueves pasado por la tarde, cuando un tren del ex ferrocarril Mitre pasaba a la altura la villa La Cárcova y descarriló por motivos que aún se investigan, ya que no está claro si fue intencional o por el mal estado de las vías.
En base a la reconstrucción de los hechos que hizo la Justicia, luego del descarrilamiento, jóvenes de la villa La Cárcova abrieron con fines de robo un contenedor que estaba precintado y contenía autopartes. Ante esa situación, efectivos policiales intervinieron para evitar el robo de las piezas y se produjo un enfrentamiento en el que hubo golpes, pedradas, palazos y disparos.
Uno de los policías reconoció que disparó su escopeta con perdigones de plomo y al igual que el resto está identificado, pero hasta anoche ninguno había sido demorado. Las pericias presentan la dificultad de que las escopetas no dejan estrías en los proyectiles, por lo que resulta muy difícil establecer qué arma los disparó.
Lo resolvió el Gobierno bonaerense. También dispuso la intervención de la comisaría 4ª de José León Suárez, a la que pertenecían los efectivos. Según las pericias, los dos jóvenes fueron baleados desde corta distancia.
La comisaría cuarta de José León Suárez fue intervenida hoy en forma preventiva por la Policía Bonaerense, luego de la supuesta participación de varios efectivos de esa seccional en la muerte de dos adolescentes que fueron baleados tras el descarrilamiento de un tren, ocurrido el jueves pasado.
Al mismo tiempo, 15 policías fueron separados de sus cargos a modo de ser investigados por la justicia, que intentará determinar quiénes efectuaron los disparos con balas de plomo que terminaron con las vidas de dos adolescentes.
Por su parte, el comisario Claudio Chirino quedará a cargo de la comisaría, después de que un agente admitió haber disparado balas de plomo durante el hecho.
Fuentes policiales dijeron que toda la plana de la seccional cuarta fue separada hasta que se esclarezca la responsabilidad de los efectivos en las muertes, una investigación que está a cargo de la Gendarmería Nacional y la Justicia.
El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, adelantó que funcionarios de su cartera y el jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi, se reunirán mañana a las 9 con familiares de las víctimas: Franco Almirón (16), quien recibió cinco postas de plomo de ocho milímetros en distintas partes del cuerpo, y Mauricio Ramos (17), quien recibió un sólo impacto que resultó mortal.
El hecho ocurrió el jueves pasado por la tarde, cuando un tren del ex ferrocarril Mitre pasaba a la altura la villa La Cárcova y descarriló por motivos que aún se investigan, ya que no está claro si fue intencional o por el mal estado de las vías.
En base a la reconstrucción de los hechos que hizo la Justicia, luego del descarrilamiento, jóvenes de la villa La Cárcova abrieron con fines de robo un contenedor que estaba precintado y contenía autopartes. Ante esa situación, efectivos policiales intervinieron para evitar el robo de las piezas y se produjo un enfrentamiento en el que hubo golpes, pedradas, palazos y disparos.
Uno de los policías reconoció que disparó su escopeta con perdigones de plomo y al igual que el resto está identificado, pero hasta anoche ninguno había sido demorado. Las pericias presentan la dificultad de que las escopetas no dejan estrías en los proyectiles, por lo que resulta muy difícil establecer qué arma los disparó.
Creen que en el tiroteo Rico mató a uno de los ladrones
06/02/11
Al asaltante lo dejaron cerca de un hospital, en Merlo. Es un joven de 30 años, con antecedentes por robo. Por el horario y la proximidad donde apareció, creen que fue uno de los cuatro o cinco asaltantes que hirieron al ex militar, quien ayer fue dado de alta.
Clarin
PorLiliana Caruso
Un hombre gravemente herido, que fue abandonado en Merlo y luego murió en el hospital zonal de ese partido, podría ser uno de los ladrones que atacó a tiros e intentó robarle la camioneta 4 x 4 el sábado a la noche al ex carapintada y ex intendente de San Miguel, Aldo Rico.
Fuentes de la Policía Bonaerense dijeron a Clarín que se trata de un hombre de 30 años con antecedentes penales por robo agravado.
El sospechoso fue arrojado desde un auto y abandonado frente a la casa de una enfermera a pocas cuadras del hospital . Ante el estado de gravedad que tenía el hombre, la mujer pidió ayuda y así lo llevaron al hospital zonal “Héroes de Malvinas”, de Merlo, donde al rato murió.
“Por la hora y cómo lo dejaron, las heridas que tenía y la cercanía, creemos que puede ser uno de los cuatro o cinco ladrones que quisieron robarle el auto a Rico en Moreno”, explicó una fuente.
Tal como informara ayer Clarín en su segunda edición, el ex militar y ex intendente de San Miguel fue interceptado el sábado cerca de las diez de la noche por delincuentes en Padre Fahy y Tschiffely, en la localidad de La Reja. Iba a comer un asado a la casa de unos amigos. Rico estaba en su camioneta Toyota Hilux junto a su esposa (que era quien manejaba) y su hijo José María, de cinco años, que estaba sentado en la parte trasera de la camioneta.
Según comentó la esposa del ex militar, Marisa Guilanea, los delincuentes los amenazaron con armas y Rico también disparó con su pistola . “Fue una balacera infernal, tiraban todos, pero Aldo nunca se bajó de la camioneta. Después que nos atravesaron el auto, paré un poco, bajé la velocidad de la camioneta y cuando terminó el tiroteo arranqué y llamé a mis amigos para que me abrieran el portón de la casa y me ayudaran”.
En ese tiroteo, Rico recibió dos balazos: uno en el brazo que le salió por el hombro y otro que le rozó la cabeza y le hizo como una especie de canaleta en el cuero cabelludo . Estaba lúcido y fue internado en el hospital de Moreno y luego llevado al Larcade de San Miguel, donde ayer al mediodía fue dado de alta.
Según fuentes del caso, Rico vació todo el cargador (14 balas) de su pistola calibre 40 y por eso no descartan que otro ladrón también hubiera quedado herido , más allá del hombre que murió en el hospital de Merlo y que sospechan fue herido en ese episodio. Hoy, a las 10, el cuerpo médico forense realizará la autopsia para ver si en el cuerpo del muerto hay rastros que coincidan con el arma disparada por el ex militar.
Los investigadores aseguraron que los delincuentes viajaban en un Citröen C4 y piensan que también había sido robado. Igual que la esposa de Rico que le sacó connotación política al caso, creen que se trató de “un robo al voleo” .
“Salimos de Bella Vista y no vimos que nos siguieran. Además tenemos vidrios polarizados y nadie veía a Aldo.
Nos tocó como le toca a cualquiera ”, dijo la esposa de Rico.
Luego del tiroteo, la mujer aceleró y hasta se llevó por delante una puerta del auto en el que se movían los delincuentes. “Fue terrible.
Yo sentía los disparos. Ellos se pusieron muy nerviosos y cuando terminó todo, aceleré . Fue un susto que pasamos. Creo que nos quisieron robar la camioneta nada más. Quizás nos vieron al pasar por el Centro de Moreno”.
Por eso los investigadores sospechan que era una banda dedicada al robo de autos de alta gama. Hasta anoche el auto que usaron los ladrones no había aparecido.
Por ahora, el fiscal de Moreno, Federico Luppi, caratuló la causa, como tentativa de robo pero podría cambiar si se comprueba que el hombre muerto era de la banda, aunque lo de Rico estaría enmarcado como legítima defensa .
Al asaltante lo dejaron cerca de un hospital, en Merlo. Es un joven de 30 años, con antecedentes por robo. Por el horario y la proximidad donde apareció, creen que fue uno de los cuatro o cinco asaltantes que hirieron al ex militar, quien ayer fue dado de alta.
Clarin
PorLiliana Caruso
Un hombre gravemente herido, que fue abandonado en Merlo y luego murió en el hospital zonal de ese partido, podría ser uno de los ladrones que atacó a tiros e intentó robarle la camioneta 4 x 4 el sábado a la noche al ex carapintada y ex intendente de San Miguel, Aldo Rico.
Fuentes de la Policía Bonaerense dijeron a Clarín que se trata de un hombre de 30 años con antecedentes penales por robo agravado.
El sospechoso fue arrojado desde un auto y abandonado frente a la casa de una enfermera a pocas cuadras del hospital . Ante el estado de gravedad que tenía el hombre, la mujer pidió ayuda y así lo llevaron al hospital zonal “Héroes de Malvinas”, de Merlo, donde al rato murió.
“Por la hora y cómo lo dejaron, las heridas que tenía y la cercanía, creemos que puede ser uno de los cuatro o cinco ladrones que quisieron robarle el auto a Rico en Moreno”, explicó una fuente.
Tal como informara ayer Clarín en su segunda edición, el ex militar y ex intendente de San Miguel fue interceptado el sábado cerca de las diez de la noche por delincuentes en Padre Fahy y Tschiffely, en la localidad de La Reja. Iba a comer un asado a la casa de unos amigos. Rico estaba en su camioneta Toyota Hilux junto a su esposa (que era quien manejaba) y su hijo José María, de cinco años, que estaba sentado en la parte trasera de la camioneta.
Según comentó la esposa del ex militar, Marisa Guilanea, los delincuentes los amenazaron con armas y Rico también disparó con su pistola . “Fue una balacera infernal, tiraban todos, pero Aldo nunca se bajó de la camioneta. Después que nos atravesaron el auto, paré un poco, bajé la velocidad de la camioneta y cuando terminó el tiroteo arranqué y llamé a mis amigos para que me abrieran el portón de la casa y me ayudaran”.
En ese tiroteo, Rico recibió dos balazos: uno en el brazo que le salió por el hombro y otro que le rozó la cabeza y le hizo como una especie de canaleta en el cuero cabelludo . Estaba lúcido y fue internado en el hospital de Moreno y luego llevado al Larcade de San Miguel, donde ayer al mediodía fue dado de alta.
Según fuentes del caso, Rico vació todo el cargador (14 balas) de su pistola calibre 40 y por eso no descartan que otro ladrón también hubiera quedado herido , más allá del hombre que murió en el hospital de Merlo y que sospechan fue herido en ese episodio. Hoy, a las 10, el cuerpo médico forense realizará la autopsia para ver si en el cuerpo del muerto hay rastros que coincidan con el arma disparada por el ex militar.
Los investigadores aseguraron que los delincuentes viajaban en un Citröen C4 y piensan que también había sido robado. Igual que la esposa de Rico que le sacó connotación política al caso, creen que se trató de “un robo al voleo” .
“Salimos de Bella Vista y no vimos que nos siguieran. Además tenemos vidrios polarizados y nadie veía a Aldo.
Nos tocó como le toca a cualquiera ”, dijo la esposa de Rico.
Luego del tiroteo, la mujer aceleró y hasta se llevó por delante una puerta del auto en el que se movían los delincuentes. “Fue terrible.
Yo sentía los disparos. Ellos se pusieron muy nerviosos y cuando terminó todo, aceleré . Fue un susto que pasamos. Creo que nos quisieron robar la camioneta nada más. Quizás nos vieron al pasar por el Centro de Moreno”.
Por eso los investigadores sospechan que era una banda dedicada al robo de autos de alta gama. Hasta anoche el auto que usaron los ladrones no había aparecido.
Por ahora, el fiscal de Moreno, Federico Luppi, caratuló la causa, como tentativa de robo pero podría cambiar si se comprueba que el hombre muerto era de la banda, aunque lo de Rico estaría enmarcado como legítima defensa .
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