13/02/11 - 13:08
Familiares y amigos inhumaron sus restos en el cementerio municipal. El gobierno bonaerense analiza el caso. Lucas Rotella (19), corrió al ver un patrullero y el efectivo, que está detenido, le disparó por la espalda.
Mientras familiares y amigos de Lucas Rotella despedían sus restos en el cementerio de Baradero, el gobierno bonaerense analizaba el caso en el que un policía está detenido acusado de haber asesinado ayer por la espalda al joven de 19 años luego de que éste corriera al ver un patrullero.
Decenas de jóvenes y adolescentes siguieron en motocicletas y sin llevar cascos al coche fúnebre que trasladó desde una casa velatoria los restos de la víctima.
Miguel Rotella, padre del joven, reclamó hoy a los políticos que dejen de buscar votos cuando se acercan las elecciones y eduquen a la sociedad "empezando por arriba" y advirtió sobre la falta de controles "psicofísicos" a policías como el que mató a su hijo.
Rotella también se mostró profundamente conmovido por la reacción de los hijos del policía detenido, Gonzalo Capp, al señalar que fueron a su casa y le "pidieron perdón en nombre de su padre".
"No le pueden tirar con balas de plomo, esa persona estaba sumariada por amenazar a otros chicos", remarcó y admitió que en esa ciudad, donde años atrás un agente de tránsito atropelló con su camioneta a otros dos adolescentes por no respetar las normas de tránsito, "el 99 por ciento de los chicos andan sin casco".
De ese modo, Rotella cuestionó el argumento del policía, quien se defendió diciendo que el joven intentó escapar cuando iban a llamarle la atención por no llevar casco. El padre remarcó que, herido de gravedad, su hijo alcanzó a decirle "la policía me tiró".
En tanto, el intendente Aldo Carossi advirtió hoy que "no hay motivo posible para justificar" la muerte del joven asesinado. "Fue un homicidio aberrante, evitable. Es un hecho en el que nadie puede establecer cuáles son las razones que llevaron al policía a terminar con la vida de este chico", dijo en diálogo con radio Mitre. También dijo que en su ciudad persiste la problemática del uso de casco. “Nadie lo usa, incluso los chicos", remarcó.
El caso era analizado este mediodía por el gobierno bonaerense en La Plata. Recién llegado al país, el gobernador Daniel Scioli le pidió un informe pormenorizado al ministro de Seguridad, Ricardo Casal.
En principio, el jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi, ordenó ayer separar de la Policía y poner a disposición de la justicia al oficial Gonzalo Capp, acusado por el crimen.
El agente, que lleva cuatro años en la fuerza de seguridad, fue acusado por el delito de "homicidio calificado" por el fiscal Marcelo Manso.
Paggi indicó que el policía disparó con municiones "letales, por ese motivo fue puesto a disposición de la Justicia". Y que "existe una directiva que el personal debe llevar, por una cuestión de prevención, cartuchos de bala de goma" y que "la secuencia de cómo se cargan los cartuchos en la escopeta es que los primeros tres son de goma, justamente, para evitar este tipo de hechos tan lamentables".
"Esta, lamentablemente, ha sido una situación en la que ha disparado no sólo con los cartuchos de goma sino que, además, con aquellos que son letales. Es ahí donde, de algún modo, el policía violentó los protocolos y fue puesto inmediatamente a disposición de la Justicia", añadió el jefe de policía que ayer estuvo en Baradero reunido con el fiscal, la familia de la víctima y el intendente Aldo Carossi.
En tanto, más de un centenar de vecinos de la ciudad se manifestaron anoche en la plaza Colón del centro de Baradero en reclamo de Justicia y quemaron algunos neumáticos, aunque no se produjeron incidentes.
Más temprano, cuando se conoció la muerte de Rotella, algunos manifestantes habían apedreado la comisaría en la que prestaba servicios el policía imputado del "homicidio calificado" del adolescente.
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