Clarin PorFernando Soriano
VILLA GESELL ENVIADO ESPECIAL
La que, por ser la última de las vacaciones, se suponía que fuera una noche para disfrutar terminó de la peor manera para una familia platense que veraneaba, hasta ayer, aquí en Villa Gesell. El jueves, pasadas las 22, los turistas fueron asaltados por dos delincuentes en la casa que ocupaban en el boscoso Barrio Norte de esta ciudad. Al menos uno de los ladrones estaba armado, lo que les facilitó el robo. Fue rápido y efectivo, aunque no demasiado suculento: sacaron unos cientos de pesos, teléfonos celulares, una cámara de fotos y anillos.
Según pudo reconstruir Clarín , cerca de las 22.30 la familia, integrada por una pareja y varios chicos (a quienes ayer se los vio preparando las cosas para volver pero se negaron a contar el episodio), estaba por cenar. Desde adentro de la casa, bautizada “La Luky” y ubicada en la esquina de Alameda 211 y Paseo 307, escucharon ruidos extraños que venían de afuera, pero cerca. Los ladridos de sus dos perros alertaron aún más a la familia. Así que la mujer quiso saber qué estaba pasando y abrió la puerta .
Fue en ese momento que uno de los delincuentes “le ganó la puerta”, como comentó uno de los investigadores del caso, y se metió junto a su compañero. De acuerdo con lo que declararon las víctimas en la comisaría 1ª de Villa Gesell uno de los ladrones los amenazó con “algo que parecía un arma plateada”. Tal vez porque justamente era el último día, los ladrones se encontraron con un botín flaco. En menos de 15 minutos entraron, asustaron a la familia y se llevaron 450 pesos, cuatro teléfonos celulares, una cámara de fotos y dos anillos . “Lo hicieron rapidito”, comentó a este diario el comisario Claudio Arnouk, titular de la Sub DDI de esta ciudad, quien comentó que este tipo de robos al voleo se dan en estos horarios, “cuando las familias están en casa, cenando adentro o comiendo un asado en los jardines”.
Si bien Arnouk aseguró que este verano es uno de los más tranquilos que recuerda desde que trabaja en esta zona, también reconoció que este tipo de robos violentos pero rápidos son difíciles de prevenir por “la topografía de la zona”. El Barrio Norte gesellino, donde el pionero Carlos Gesell construyó su cabaña iniciática, está en medio de un frondoso bosque de pinos, entre calles de arena que se bifurcan y una tranquilidad ideal, al menos presuntamente, ya que, como dijo el comisario, puede convertirse en una trampa para la custodia policial. De todos modos fue optimista: dijo que los delincuentes serían detenidos pronto.
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