martes, 27 de julio de 2010

Llevaba prófugo 20 meses y mató a un vecino por drogas

27/07/10 Clarin

La víctima tenía ocho hijos de entre 4 y 16 años. El principal sospechoso había sido condenado por tenencia de arma de guerra en 2005. Fue tres veces a buscar al hombre a su casa. Finalmente, cuando lo encontró lo acribilló con cinco balazos.
PorLiliana Caruso


Eran cerca de las diez y media de la noche del domingo cuando golpearon a la puerta de la casa de Diego Ariel Morales (37), en Malvinas Argentinas. El hombre, que estaba por sentarse a la mesa con su mujer y sus ocho hijos , salió y se encontró con su vecino, Eduardo Gabriel González, apodado “ Caracortada ”. Entonces se desató la tragedia: hubo varios disparos y Morales cayó acribillado en el patio de su casa .

Su mujer, Marcia, escuchó los tiros y los gritos de una vecina que le advertía que alguien había saltado el portón de entrada. Cuando fue a buscar a su marido, él estaba en el piso, en medio del patio. “ Me lo mataron como a un perro. Estaba tirado, lleno de sangre.

Fue un ruido infernal y le dispararon unas diez veces”, explicó la mujer en medio del llanto.

Enseguida Marcia dio una primera pista de lo sucedido. Dijo que “el tipo que lo mató vive en el barrio. Tenía una pulsera electrónica (para controlar a presos con prisión morigerada) y siempre se la sacaba. Todo el mundo acá lo protegía y ahora me quitó a mi marido”. Los dichos de la mujer se confirmaron más tarde: González había violado su arresto domiciliario, se había sacado la tobillera y estaba prófugo de la Justicia desde el 5 de diciembre de 2008, es decir casi 20 meses antes de cometer este crimen .

Según explicó a Clarín César Albarracín, subsecretario de Política Criminal de la Provincia, González había sido condenado en 2005 por el Tribunal Oral Criminal 4 de San Martín por portación ilegal de arma de guerra , y luego fue beneficiado con una prisión domiciliaria con el uso de la tobillera magnética. “El tema es que la última vez que se reportó a las autoridades fue en diciembre 2008. Se dio aviso al Tribunal Oral y desde entonces estaba prófugo”, detalló el funcionario.

El beneficio de la pulsera se la había otorgado el juez de Garantías de San Isidro, Esteban Rosignoli, quien en este momento tiene pendiente un pedido de juicio político junto al juez Rafael Sal Lari.

El otorgamiento de la libertad morigerada con el uso de pulseras electrónicas fue modificado en 2008 a través de una ley que impulsó el Gobierno Bonaerense. La iniciativa se fundamentó, justamente por las violaciones que se registraron. El caso reciente más trágico se registró en julio de 2008, cuando una pareja y sus dos hijos de 8 y 11 años fueron asesinados en Campana por un hombre que gozaba de este beneficio .

Morales vivía cerca de la casa de “Caracortada”, a pocas cuadras de la estación Sordeaux, en el partido de Malvinas Argentinas. Pero aún no se había mudado al barrio cuando el detenido violó el sistema y la Policía lo fue a buscar sin encontrarlo. La víctima era padre de ocho hijos de entre 16 y 4 años . Según su mujer hacía changas para ganar algún dinero. Coincidiendo, fuentes del caso dijeron que estaba desocupado.

Para la Policía, el crimen no tuvo que ver con un robo sino con un tema de drogas. “Estamos investigando qué problema había entre ambos vecinos, pero estamos seguros de que no fue un robo. De hecho la mujer confirma que no le faltó nada de la casa y además el supuesto asesino fue varias veces ese día a buscarlo a Morales y éste les hizo decir a sus hijos que no estaba . Por eso está claro que se conocían”, dijo a Clarín el jefe de la distrital, comisario inspector Jorge Porcella.

Según fuentes judiciales, Morales recibió cinco balazos calibre 9 milímetros en el cráneo, cuello y abdomen. “ Le dispararon un cargador completo de la pistola . De la casa se levantaron nueve vainas servidas y cuatro plomos deformados del mismo calibre”. Los testigos dijeron que “ Caracortada ” no estaba solo cuando fue a la casa de Morales. Un cómplice lo esperaba en un auto, a metros del lugar, y en él escaparon. A media tarde de ayer, la policía distrital detuvo al hermano del sospechoso , quien se cree sería el cómplice.

Distintas fuentes del caso sugirieron que Morales era consumidor de drogas y que aparentemente tenía una deuda con González. Su mujer no quiso hablar del tema. “Lo único que me interesa es que me quedo sola con los chicos. Ellos mataron a Diego como a un perro. Estábamos a punto de comer y él estaba jugando con los chicos cuando ese tipo lo llamó. El se quería ir a dormir temprano para ir a trabajar a la mañana. Y no le dieron ninguna posibilidad de defenderse”, contó entre lágrimas Marcia.

La causa está en manos de la fiscal de instrucción de Malvinas Argentinas, Liliana Tricarico.

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