jueves, 22 de julio de 2010

Rehenes en Pilar

Tiene 20 años el asaltante que mantuvo de rehenes a 70 personas en el banco de Pilar
22/07/10 - 23:22

Contaba con un pedido de captura por robo. Las negociaciones duraron casi 5 horas y accedió a rendirse tras ver a su esposa. El resto de la banda había logrado huir al mediodía.


Luego de casi 5 horas de tensión, terminó la toma de rehenes en la sucursal del Banco Nación de Pilar, donde un asaltante tenía cautivos a unas 70 personas entre empleados y clientes. Lo hizo tras concederle la policía la posibilidad de ver a su esposa.

Todo comenzó alrededor de las 12.30, cuando una banda intentó asaltar el Banco Nación de Rivadavia al 400, a metros de la comisaría 1ª de Pilar. Llegaron en un Peugeot 206 negro, se bajaron e irrumpieron en la entidad a punta de pistola.

"Estaba adentro del banco y en ese momento entraron dos personas con armas en la mano y me escapé porque estaba cerca de la puerta", contó un hombre a la prensa durante las horas de tensión.

Un anciano también señaló que había ido a acompañar a una señora a hacer un trámite y se cruzó en la puerta con un joven, con pelo corto, vestido con saco, que "entraba con dos pistolas en la mano, pidiendo la plata a los gritos".

Fueron apenas unos segundos en los que en el banco se generó un tiroteo. Los delincuentes huyeron con dos bolsas cargadas de dinero, aunque una de las sacas se les cayó a los pocos metros. Uno de ellos, sin embargo, no llegó a escapar y se atrincheró en el banco, en lo que fue el inicio de una toma de rehenes que duró alrededor de cinco horas.

Según trascendió de fuentes policiales, el joven tiene 20 años, se llama Josué Rodríguez Coronel y ya contaba con un pedido de captura por robos anteriores. También se supo que durante la tarde fueron apresadas algunas personas más en una estación de servicio de Pilar, y se cree que se trataría de los cómplices.

Mientras se desarrollaban las negociaciones, efectivos de la Policía y del Grupo Halcón rodeaban la entidad. Paulatinamente el ladrón fue liberando gente, a cambio de comidas u otros pedidos. Los primeros que dejó salir eran embarazadas y jubilados.

Durante la toma, Rodríguez Coronel mantuvo diálogos con canales de televisión. Allí dijo que los rehenes estaban "todos bien" y aclaró: "Yo no maltraté a nadie, disparé dos veces, no más". Además pidió "cámaras de televisión, un auto y algo para comer". También les mandó un mensaje a su mujer, Jésica, y a su hija, Leila, diciéndoles que las ama.

Mientras esto sucedía, familiares y conocidos de los rehenes se aglomeraban frente a la entidad para tratar de saber algo de ellos. Finalmente, alrededor de las 16.30 la Policía le trajo a su esposa y, tras unos minutos de intimidad, se entregó sin violencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario