Lunes 15 de noviembre de 2010 LA NACION
Fueron interceptados por delincuentes en Ramos Mejía y Quilmes y recibieron varios disparos; una de las víctimas es un efectivo de la policía bonaerense, que se habría resistido al asalto
Dos hombres, uno de ellos un efectivo de la policía bonaerense, resultaron gravemente heridos tras ser baleados en dos intentos de robo de vehículos en Ramos Mejía y Quilmes, respectivamente.
El primer hecho ocurrió esta mañana cuando un policía aparentemente se resistió a un asalto mientras circulaba con su auto en Quilmes y recibió un disparo en el pecho.
Fuentes policiales indicaron que el efectivo, identificado como el teniente primero Héctor Yasco, fue trasladado al Hospital de Solano, donde se evaluaba la posibilidad de derivarlo en helicóptero al Hospital Churruca de la Capital Federal.
El intento de asalto tuvo lugar minutos después de las 8 en la esquina de las calles 852 y 899, de la zona sur del conurbano bonaerense, cuando ladrones armados descendieron de dos vehículos para interceptar el paso de un auto conducido por el policía que, vestido de civil, se dirigía a tomar servicio.
Las fuentes explicaron que cuando la víctima intentó tomar su arma fue baleado en el pecho. Los ladrones, tras los disparos, escaparon en un auto dejando abandonado el otro, un Ford Focus, que luego se comprobó que había sido robado momentos antes.
El policía, pese a la herida, pudo llegar hasta la comisaría de San Francisco Solano, seccional cuarta de Quilmes, donde se desplomó en la puerta.
En tanto, el segundo hecho ocurrió el sábado último cuando tres delincuentes bajaron de un Alfa Romeo, se acercaron a la víctima, Adrián de 34 años, y le exigieron la entrega de su vehículo, un Chevrolet Meriva, en la puerta de su casa, ubicada en la calle Almirante Brown al 400.
"No se resistió en ningún momento", señaló el suegro del hombre baleado. "Esto no es otra cosa que la famosa sensación de inseguridad que tenemos", añadió con ironía en declaraciones a la prensa.
Por su parte, Nadia, esposa de Adrián y embarazada de 24 semanas, afirmó que no se encontraba en la casa al momento del ataque y confirmó que su esposo permanece internado "fuera de peligro" en el Hospital San Juan de Dios de Ramos Mejía.
"Está en estado de shock, no habló", expresó y agregó que "los médicos dicen que por suerte no tiene ningún riesgo de vida", aunque tienen que extraer la bala "alojada en el cuello" que ingresó por "el maxilar izquierdo".
"Que mi marido siga vivo es lo que único que a mí me importa, del resto se encargará quien se tenga que encargar", aseguró.
Los últimos casos en Ramos Mejía
lunes, 15 de noviembre de 2010
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