jueves, 11 de noviembre de 2010

Lo balearon para robarle la 4x4 y perdió un riñón

11/11/10

Había comprado la camioneta el día anterior. La víctima es un constructor de 56 años. Dos ladrones jóvenes lo sorprendieron cuando llegaba a su casa. Le dispararon y huyeron. Como la ambulancia no llegó, al hospital lo llevaron los bomberos.

Por Liliana Caruso

Hace poco más de un año Rodolfo Arzamendia (56) pensó en mudarse a Quilmes para que su familia viviera en una casa más cómoda y en un barrio más tranquilo . Así fue que compró un chalé de dos pisos en una esquina de Bernal Oeste, a sólo diez cuadras de la estación del tren. No pensó que la inseguridad lo iba a sorprender allí, como ocurrió el martes a la noche: ahora está internado en terapia intensiva y le extirparon un riñón .

Cerca de las 21.30, el hombre llegaba a su casa de Comodoro Rivadavia y 9 de Julio a bordo de su camioneta Toyota Hilux gris cero kilómetro cuando fue asaltado por dos hombres que le robaron la camioneta. Arzamendia no dudó al verlos y se bajó para darles la llave, pero la familia cree que hizo algún movimiento que fue malinterpretado por los ladrones y uno de ellos le disparó .

El hombre recibió un tiro que le entró por la espalda y le salió por el abdomen. Según los vecinos, estuvo casi 40 minutos tirado en la calle y, a pesar de los distintos reclamos, la ambulancia nunca llegó . Finalmente fueron los bomberos voluntarios los que lo llevaron hasta el hospital Isidoro Iriarte de Quilmes. Allí fue operado y los médicos le extirparon un riñón.

Ayer estaba luchando por su vida, internado en terapia intensiva con pronóstico reservado y respirador artifical.

Arzamendia es maestro mayor de obra y trabaja en una empresa de La Plata. Está casado y tiene tres hijos (dos mujeres y un varón) de entre 23 y 26 años. La víctima había comprado el día anterior la camioneta nueva en una agencia de La Plata. Por eso aún ni siquiera le había puesto un rastreador satelital. “Si no fue un robo al voleo, fue una batida porque tenía el auto nuevo y sin alarmas ni nada”, dijo Antonio, un vecino de la víctima.

Como adelantó Clarín en su segunda edición de ayer, todo ocurrió el martes a la noche cuando el constructor regresaba del trabajo. El hombre guardaba su auto en uno de los garages que da sobre la calle Comodoro Rivadavia. Ya tenía la camioneta adentro cuando vio que un hombre se metía en su casa. Según el relato de un familiar, Rodolfo contó que vio estacionado a pocos metros un Ford Ka negro con otro hombre al volante. Al ver que se le acercaba el que estaba armado, Arzamendia se bajó y le quiso dar la llave. Pero, cuando intentó girar, el ladrón le disparó varias veces sin mediar palabra. La víctima –temiendo que los ladrones intentaran entrar a la casa– salió herida a la vereda. Cruzó la calle y se tomó de un árbol.

Mientras tanto, el ladrón se subía a la camioneta y escapaba junto al cómplice que iba en el Ford Ka negro. Ambos eran jóvenes y tendrían entre 20 y 25 años.

Recién cuando los vio irse, el hombre volvió a la puerta de su casa tomándose el estómago. A esa altura los vecinos habían escuchado cinco tiros y algunos empezaron a asomarse para ver qué pasaba. Una de las hijas del constructor salió a la calle y encontró a su papá pidiendo ayuda. Llamaron a la ambulancia y esperaron 40 minutos, pero como no llegaba buscaron a los bomberos.

“Yo llegué enseguida porque me avisó mi novia por teléfono, desesperada. Pero la ambulancia nunca llegó. Rodolfo decía que le dolía mucho, se quejaba. Pero tenemos la esperanza de que va a salir adelante porque es robusto, camina, corre, está en estado y eso lo puede ayudar. Nos da mucha bronca todo lo que pasó porque seguramente esta gente está por acá.

Necesitamos que esto se esclarezca pronto y que no pase nada más”, dijo a Clarín Ariel, uno de los yernos de la víctima. La jefa de Emergencias del Hospital de Quilmes, Carina Branucci, aseguró que “las próximas horas serán claves” para el paciente.

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