lunes, 25 de octubre de 2010

Pasaron 24 horas cautivas dentro del baúl de un auto

25/10/10 PorLucas Cruzado
CORDOBA. CORRESPONSALIA Clarin

Son dos adolescentes de 13 años y se pagó un rescate. Estuvieron atadas y amordazadas. El hombre que las tenía mantuvo el coche casi siempre en movimiento. Negoció usando el celular de las chicas y cobró el dinero al costado de una ruta.



LUGAR DEL PAGO. EN ESTA ZONA DE LAS AFUERAS DE LA CIUDAD DE CORDOBA LOS FAMILIARES DEJARON EL DINERO

Parecía el argumento de una película de suspenso pero fue bien real. Tanto que, por momentos, se llegó a pensar en el peor de los desenlaces . Sin embargo hubo un final feliz. Fue cuando dos chicas de 13 años, que habían sido secuestradas en los primeros minutos del sábado, fueron liberadas después pasar 24 horas cautivas en el baúl del auto del secuestrador . La liberación de las adolescentes se logró luego que sus familiares pagaran un rescate.

La pesadilla que vivieron las dos chicas y sus familias comenzó alrededor de las 0.30 del sábado. La noche del viernes había terminado a pura diversión luego de que le festejaran el cumpleaños a una de sus compañeras de curso en un pequeño restaurante. Al salir, las dos chicas se fueron solas, caminaron un par de cuadras por la avenida Recta Martinolli —en el norte de esta Capital— y empezaron a “hacer dedo” para que algún auto las llevara hacia la casa de una de ellas . La avenida es muy comercial y muy transitada.

“En ese momento, un auto particular paró y ellas subieron. Pero a poco de andar se dieron cuenta que el conductor no iba hacia el lugar al que ellas querían ir”, dijo a Clarín el fiscal federal Enrique Senestrari.

Fue allí cuando el hombre las ató, las amordazó y las metió en el baúl del auto .

Las 24 horas siguientes fueron un verdadero infierno para las chicas y sus familiares. “El primer llamado, hecho desde el teléfono de una de las secuestradas, lo recibió una de las familias cerca de las 5.30 del sábado. En un principio, los parientes descreyeron de la comunicación. Pero cuando hablaron con los compañeros de ellas se dieron cuenta que era verdad y que sus hijas estaban en manos de un secuestrador”, reveló Senestrari.

Allí, la familia avisó a la Policía y comenzó un rastrillaje por toda la ciudad, a pesar de que no había datos sobre la marca y el color del auto . Dicen que el contacto con el secuestrador fue fluido durante la tarde del sábado. El hombre, según revelaron a Clarín allegados a la investigación, habría arrancado exigiendo un rescate de unos 500 mil pesos.

Mientras se hacía la negociación, las chicas seguían en el baúl del auto que se movía en forma permanente para evitar un rastreo . “Según contaron después, estuvieron todo el tiempo dentro del baúl, sin ver la luz, amordazadas y atadas”, detalló el fiscal.

El secuestrador, dijeron, tuvo un contacto mínimo con las víctimas, aunque en varios momentos paró y les dio agua y algunas galletitas para evitar que se descompensaran. Además, en esas paradas, controlaba que no se hubieran desatado .

Una vez pactada la suma a pagar (dicen que fue muy inferior al primer pedido del secuestrador), se arregló el lugar en donde se debía dejar el dinero. La bolsa con el efectivo fue tirada cerca de un cartel vial, ubicado en la avenida Circunvalación, camino a Alta Gracia, en las afueras de Córdoba Capital. Con el dinero en su poder, el hombre hizo una última llamada y avisó a los padres de las chicas que iba a liberarlas.

Un rato después, a las 0.30 de ayer, la Policía encontró a las dos adolescentes en una calle del barrio Parque Vélez Sarsfield, en la zona sur de la ciudad y a pocas cuadras del hospital Privado.

En un patrullero, las víctimas fueron llevadas hacia los Tribunales Federales donde los médicos policiales comprobaron que estaban bien, aunque muy shockeadas.

“Tenían las lastimaduras típicas de alguien que estuvo atado y encerrado en un lugar tan pequeño como un baúl. Pero, en líneas generales y gracias a Dios, estaban bien”, dijo Senestrari.

Trascendió que las chicas pertenecen a familias de clase media-alta, que viven en la zona norte de la ciudad y van a un colegio de ese mismo lugar.

Los investigadores piensan que fue un hecho “al voleo” aunque creen que el hombre ya tenía intención de cometer algo así por los elementos que llevaba en su auto.

Anoche, al cierre de esta edición, el secuestrador seguía prófugo.

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