miércoles, 5 de agosto de 2009

Acribillaron a otro policía bonaerense

El desconsuelo de los familiares del joven oficial asesinado
Inseguridad en Tres Arroyos
Acribillaron a otro policía bonaerense
Darío Palavecino Corresponsal en Mar del Plata
Miércoles 5 de agosto de 2009


MAR DEL PLATA.- Recién había terminado su servicio en la comisaría local y volvía a su casa para descansar. Pero, ya sin su uniforme, una escala en el comercio de su abuela resultó fatal: forcejeó con los delincuentes que intentaban asaltar a la mujer y murió baleado con su propia pistola, que uno de los atacantes le arrebató y le gatilló a quemarropa.
Los asesinos del oficial Marcelo Martínez, de 27 años, que se desempeñaba en la Policía Comunal de Tres Arroyos, huyeron, pero en el camino se cruzaron a tiros con las patrullas que los perseguían.
Uno de ellos perdió la vida en el enfrentamiento y, junto a su cadáver, apareció el arma reglamentaria del policía asesinado. Un uniformado resultó herido en el abdomen, pero el proyectil no le dañó órganos vitales.
Fuentes policiales confirmaron que, tras una serie de allanamientos, se detuvo a tres sospechosos, que permitirían dar con el cómplice del frustrado asalto a la abuela de Martínez, Nora de Sábato, que atiende un quiosco polirrubro.
El asesinato de Martínez aumentó a nueve la cifra de policías bonaerenses asesinados este año y desnuda, a la vez, la preocupación que se vive en Tres Arroyos por los hechos delictivos que se viven desde hace algunos meses.
La gravedad del caso llevó a que se acercaran y se pusieran al frente de la investigación las principales autoridades de la Jefatura Distrital Bahía Blanca, incluido el titular de la jurisdicción, comisario inspector Carlos Testini. Incluso, según trascendió ayer en La Plata, en el Ministerio de Seguridad bonaerense se evaluaba la situación y no se descartaban cambios en la conducción de la policía local.
El delincuente abatido fue identificado como Pedro Fabián Montero. Tenía 22 años y sólo registraba antecedentes por un delito menor. Los tres aprehendidos permanecían a disposición de la fiscal Verónica Vidal, que evaluaba pistas y datos recabados en la investigación para determinar si alguno de ellos había participado del asalto.
Martínez intentó evitar el robo del que estaba siendo víctima su abuela en el comercio de la calle Vázquez al 800. Habían pasado pocos minutos de las 10 cuando advirtió el hecho y trató de reducir a los delincuentes. Uno de los asaltantes huyó y el otro, que sería Montero, se trabó en lucha con el policía.
En el roce cuerpo a cuerpo le quitó la pistola 9 milímetros a Martínez y con ella lo mató. El disparo se efectuó con el arma apoyada sobre el cuerpo de la víctima, afirmó a LA NACION la fiscal Vidal.
Cuando estaban en plena fuga, Montero quedó cercado por policías que lo perseguían. Su cadáver quedó tendido en Laprida y Cangallo, a unos 400 metros del lugar donde había sido asesinado Martínez.

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