lunes, 30 de agosto de 2010

Asalto y tiroteo en pizzería terminó con un ladrón muerto y otro herido

CAPITAL FEDERAL


Dos delincuentes ingresaron al local con fines de robo, donde unas 20 personas celebraban un cumpleaños. Entre los comensales había un policía de civil, que evitó el atraco y los redujo.


Un delincuente murió y otro resultó herido cuando intentaron asaltar una pizzería, donde unas veinte personas se encontraban realizando un festejo de cumpleaños y se tirotearon con un policía que estaba de civil entre los comensales, informan hoy las fuentes policiales.

El hecho, que se dio a conocer hoy, ocurrió la madrugada del jueves en Pizza Rolo, de San Martín 751, cuando se estaba festejando un cumpleaños y había un policía de civil.

Los dos malvivientes de entre 17 y 18 años de edad con domicilio en la localidad de Hurlingham, ingresaron al local con fines de robo y no se percataron que entre los comensales había un policía.

Según la investigación, los individuos tomaron rápidamente el control del lugar, uno de ellos fue hasta la caja y vació la registradora, quedándose con todo el dinero de la jornada.

El otro obligó a todos los clientes a dejar sus pertenencias arriba de las mesas.

La acción del policía comienza cuando los ladrones se ensañaron primero con él, lo comenzaron a agredir verbalmente y lo golpearon diciéndole: "te hacemos eso porque hay olor a rati”.

El hombre, que nunca se puso nervioso por la situación esperó que los delincuentes se distrajeran para tomar su arma reglamentaria y al idenficarse como lo que era y dar la voz de alto se generó un tiroteo dentro del local.

"El oficial de policía, es principal de la Bonaerense, de 35 años de edad, pertenece a la Jefatura Departamental de Mercedes y, franco de servicio, se hallaba casualmente en el lugar", dijo un vocero policial.

Los asaltantes comenzaron a disparar y se generó un intenso tiroteo en el que el oficial mató a uno de los ladrones e hirió al cómplice.

De inmediato arribaron varios móviles de la comisaría primera de Pilar y una ambulancia del servicio de emergencias del municipio, que trasladó al ladrón baleado hasta el Hospital Juan Cirilo Sanguinetti, donde quedó detenido con custodia policial.

El malviviente abatido contaba con una pistola calibre 375 de alto poder de fuego, puede perforar un chaleco antibalas, y el otro herido portaba un revolver calibre 22.

Las pericias indicaron que el uniformado disparó unas ocho veces su arma reglamentaria 9 milímetros, y que los malvivientes tiraron entre cinco y seis balazos cada uno.

En el caso interviene la Subdelegación de Investigaciones (DDI) de Pilar, y la causa quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 2 de Pilar, a cargo del fiscal Leonardo Loiterstein. (Télam).

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