La madre de Marianela Rago, la estudiante fueguina asesinada en su departamento de Balvanera, le escribió un duro mensaje en el facebook a la ex pareja de la chica y al que acusa de autor del hecho.
La madre de Marianela Rago Zapata, la estudiante fueguina asesinada en su departamento del barrio porteño de Balvanera, le escribió largos mensajes al ex novio de su hija, quien había sido imputado de cometer el crimen, a través de la red social
facebook.
En los mensajes emitidos por Patricia Zapata, destinados a Francisco Amador López, la mujer le dijo que está "muy solo" porque Marianela no será nunca suya y le preguntó qué pensaba cuando la tomó el cuello o le dio "el primer puntazo", dando por sentada su autoría del hecho.
"Vos pensaste que después de lo que hiciste Marian sería tuya para siempre, te equivocaste mal flaco, Marian es mía, de su papá, de su hermano, de sus amigos, de sus nuevos compañeros, de sus abuelos, de sus tíos, de sus primos, de Diego (en alusión al último novio de la estudiante)", reza uno de los envíos que son colgados en la cuenta de facebook de Amador López.
El primer mensaje tuvo el título "Carta al asesino de mi hija" y allí la mujer pregunta: "Contame, ¿qué sentiste cuando comenzaste a clavarle ese cuchillo, cuando veías que ya le sangraban las manos, los dedos, contame... qué sentiste cuando pudiste llegar a su cuello y seguía sangrando...?".
"Ella pensó que no seguirías haciéndole daño. Y contame el final cuando le diste la cuchillada que le atravesó el cuello y quedó sin vida, cuando por último sangró por la boca", siguió el que fue el más duro de la serie de cuatro textos enviados por la madre de la estudiante.
Marianela Rago Zapata, estudiante de periodismo de 19 años, fue encontrada asesinada el 27 de junio en su departamento del séptimo piso de un edificio de la calle Tucumán 2080.
La joven fue golpeada, asfixiada y recibió 23 puñaladas, una de ellas en el cuello.
Por el hecho fue detenido Amador, quien tenía una conflictiva relación con Marianela según la familia de la joven, desde que dieron por terminada una relación sentimental.
El joven fue detenido y entre sus pertenencias se secuestró una toalla con sangre, pero se comprobó que el ADN no correspondía con la víctima sino con su propio tipo genético.
El muchacho, que mantenía contacto con la víctima, siempre alegó su inocencia y dijo que cuando se produjo el crimen se encontraba con una joven con la que había comenzado a salir.
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